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El retraso de la jubilación tendrá compensaciones

Zapatero confirma su determinación de elevarla a los 67 años, pero dice que la reforma se hará en condiciones de 'flexibilidad'

B. CARREÑO / D. BASTEIRO

En 2026, los españoles trabajarán hasta los 67 años pero con 'flexibilidad'. El Ejecutivo está decidido a reformar el sistema de pensiones subiendo la edad legal de jubilación dos años pero sin hacer más rígido el sistema. La fórmula para conseguir esta cuadratura del círculo aún no está decidida, según aseguró ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado. Pero, sea cual sea el mecanismo final, incluirá 'mayores incentivos' para prolongar la vida laboral.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer desde Bruselas que, buscará, hasta donde sea posible, el apoyo del resto de grupos parlamentarios para reformar las pensiones y se reafirmó en el retraso en la edad de jubilación hasta los 67 años.

El Ejecutivo no ve ahorro en subir el periodo de cómputo sólo a 20 años

Aunque lo considera ineludible, el Gobierno quiere hacer lo menos traumático posible este paso a los 67 años de edad legal. Por eso, aunque hasta ahora se había vislumbrado una cierta dicotomía entre la elevación de la edad legal de jubilación y la continuación de los incentivos ya existentes para trabajar más allá de los 65 años, desde la Seguridad Social aseguran que estos aumentarán. Lo que no está claro es a partir de qué años se impondrán estos incentivos, y si se penalizará y en qué momento el retiro anterior a los 67 años.

Granado consideró interesante, además, tomar como referencia el sistema de jubilación anticipada que existe actualmente. Ahora, un trabajador puede retirarse a los 61 años si cumple una serie de requisitos, (como tener un mínimo de 30 años cotizados y estar inscrito al menos seis meses en el paro), con una merma en la cuantía final de la pensión según la edad a la que se retire. Un modelo similar se replica para los mutualistas y según el secretario de Estado no tiene ningún coste para la Seguridad Social, por lo que podría ser interesante su generalización.

Con todo, también reconoció que el Gobierno aún no ha decidido si al subir la edad a los 67 años correrán estas posibles penalizaciones hasta ese umbral. Es decir, que retirarse a los 66 años, por ejemplo, tendría un coste para el futuro jubilado.

Lograr que se cotice más de 35 años, entre los objetivos de la reforma

La principal razón que esgrimen el Gobierno para mover la edad legal de jubilación es que es la única forma de obligar a los empresarios a que dejen a un empleado trabajar más allá de los 65 años si lo desea. Desde que se introdujeron los incentivos para trabajar más años en 2008, casi un 8% de los trabajadores ha optado por alargar su permanencia en el puesto de trabajo.

En cualquier caso, Zapatero advirtió de que el nuevo sistema contemplaría las distintas especificidades del mercado laboral. 'Ni todas las situaciones son iguales entre los trabajadores, ni el tiempo que han trabajado ni los trabajos que tienen', recordó. En opinión del presidente, aunque las pensiones estén garantizadas las próximas dos décadas, es el momento de abordar esta reforma. 'Hay otra opción: dejarlo. Desde luego, para este Gobierno podría ser la opción cómoda', aseguró. El presidente del Ejecutivo aseguró que le parecen 'bien' las recomendaciones que saldrán del Pacto de Toledo, pero recordó que es al Gobierno al que corresponde al final presentar la ley.

En ese sentido, Zapatero rechazó posponer las decisiones para mejorar las posibilidades electorales del PSOE en las elecciones locales y autonómicas, y recordó que otros países, como Francia, Reino Unido, Suecia o Dinamarca (ver información en la página 4) ya han tomado medidas para alargar la vida laboral.

En la comparación internacional en la que se está basando el Gobierno, muchos países han optado por subir los años que se deben cotizar para tener la pensión completa, que en España se sitúa en 35. Según adelantó Público el pasado septiembre, el Gobierno ha estudiado, entre otras posibilidades, alargar este periodo al menos hasta los 37 años, en línea con el nuevo umbral de jubilación. Esta medida fortalecería lo que se denominan 'largas carreras de cotización', una de las prioridades del Ejecutivo y también de los miembros del Pacto de Toledo.

Por otro lado, el Ejecutivo tampoco ha decidido cuantos años se tomarán para calcular la cuantía de la pensión y que el Pacto de Toledo ha recomendado subir de los actuales 15 años. Granado aseguró que, si subiera sólo hasta 20 años, no tendría un ahorro significativo, debido al elevado número de trabajadores mayores que se han ido al paro en esta crisis. De forma estructural, el ahorro sería de un 3%.

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