Los Reyes han llegado esta tarde a Mallorca, donde la población vive jornadas de duelo por el atentado de ETA del pasado jueves, pendiente de la operación policial puesta en marcha para localizar a los autores del asesinato de dos guardias civiles en Palmanova.

El avión de la Fuerza Aérea Española en que los Reyes han viajado desde Madeira, tras concluir su visita oficial a esta región autónoma portuguesa, ha tomado tierra en torno a las 19:45 horas en el aeródromo militar de Son Sant Joan, donde han sido recibidos por las autoridades civiles y militares de Baleares.

El presidente del Gobierno balear, Francesc Antich; la presidenta del Parlament, María Antònia Munar, y la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, han dado la bienvenida a Don Juan Carlos y Doña Sofía, al igual que el delegado del Gobierno en las Islas Baleares, Ramón Socías; la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, y el comandante general de Baleares, José Emilio Roldán.

Antes de partir hacia el Palacio de Marivent en un automóvil conducido por Don Juan Carlos, los Reyes han tenido una primera ocasión de expresar personalmente a Antich y al resto de autoridades presentes sus condolencias por el atentado de Palmanova, que costó la vida a los jóvenes guardias civiles Carlos Saenz de Tejada y Diego Salvá.

En representación de la Guardia Civil ha acudido a recibir a los Reyes el coronel jefe Basilio Sánchez, a quien el Monarca ha trasladado su pésame.

Don Juan Carlos siguió desde Madeira los acontecimientos relacionados con el atentado en contacto permanente con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y dedicó sus primeras palabras en Funchal a manifestar su pésame y su firme repulsa por un crimen que calificó de "cobarde y deleznable".

La Corona estuvo representada ayer por los Príncipes de Asturias, la Infanta Elena y los Duques de Palma en el funeral por los guardias civiles asesinados que ofició el arzobispo castrense en la catedral de la capital mallorquina.

Don Felipe y Doña Letizia, que regresaron ayer a Madrid tras el funeral, han vuelto hoy a Palma, mientras que Doña Elena, Doña Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, se encuentran ya desde hace unos días en el Palacio de Marivent, la residencia de verano de la Familia Real, cuyo emplazamiento dista unos 10 kilómetros del lugar del atentado del pasado jueves.

Como en años anteriores, la Familia Real compaginará durante su estancia en Mallorca las actividades oficiales, el descanso propio del mes de agosto y la afición por el deporte náutico, con la participación de Don Juan Carlos y Don Felipe en las competiciones de la 28 Copa del Rey de Vela que tendrán lugar la próxima semana en la Bahía de Palma.

Además, la Reina, acompañada por Doña Elena y Doña Cristina, viajará mañana a Atenas para asistir al bautizo del quinto hijo de su sobrino Pablo de Grecia, si bien tiene previsto regresar al cabo de unos dos días a Mallorca.