Este artículo se publicó hace 15 años.
Rienda regresa 329 días después y correrá su cuarta prueba en cuatro temporadas
La andaluza María José Rienda, la española con más triunfos en la Copa del Mundo de esquí alpino (seis), regresará el sábado a la competición, 329 días después de haber competido por última vez y lo hará en Soelden (Austria), donde correrá su cuarta prueba de esa competición en cuatro temporadas.
Rienda, que, con 34 años, aspira a ser olímpica por quinta vez en Vancouver (Canadá), en febrero próximo, cerró su temporada triunfal, la 2005-06, el 18 de marzo de 2006, con un octavo puesto en el gigante de las finales de la Copa del Mundo en Are (Suecia).
Atrás quedaban las cuatro victorias de ese curso que la llevaron a batir -dejándolo en media docena- el récord español de triunfos que detentaba hasta ese momento Blanca Fernández Ochoa (4), hermana del mítico 'Paquito', campeón olímpico de eslalon en Sapporo'72 (Japón) y tristemente desaparecido hace poco menos de tres años.
Y la desilusión de Sestriere, donde se desvaneció el sueño de un oro olímpico, en una prueba en la que partía como favorita: había ganado las dos anteriores (en Ofterschwang, Alemania) y confirmó que mereció mejor suerte en Turín'06 al anotarse la inmediatamente posterior, en otra pista olímpica, la de Hafjell (Noruega), que albergó las disciplinas técnicas en los Juegos de Lillehammer'94.
Perfilando la puesta a punto para una nueva temporada cuya inauguración tirolesa había quedado suspendida por escasez de nieve, Rienda se lesionó el 18 de noviembre de 2006 cuando se entrenaba en Loveland (Colorado), donde se rompió el ligamento lateral interno, el cruzado anterior y el menisco -la tristemente célebre 'tríada'- de la rodilla derecha.
La campeona andaluza no sólo pasó esa temporada en blanco: su lesión se complicó con una condromalasia -problemas con los cartílagos-, debida a un exceso de entrenamientos, y durante el curso 2007-08 María José sólo tuvo una comparecencia testimonial en el gigante de Ofterschwang, la estación bávara en la que dos años antes había causado sensación al subir a lo más alto del podio en dos jornadas consecutivas.
Rienda se dio cuenta de que aún estaba muy lejos de la cima. El 26 de enero de 2006 no se clasificó para la segunda manga y decidió dar por finalizada la campaña, centrarse únicamente en los entrenamientos y afrontar "con más ilusión que nunca" las dos siguientes temporadas, señalando claramente Vancouver como destino final de una gran carrera que se volvió a truncar meses después.
La granadina reapareció por la puerta grande en Soelden, hace justo un año. Firmó una primera manga "fantástica", como indicó a Efe tras acabar séptima, y concluyó la prueba decimosexta, anunciando que volvía "a estar ahí".
Pero de nuevo las Rocosas se cruzaron en su camino. Tras superar con nota el proceso mental de entrenarse de nuevo en Loveland, el escenario de su primera lesión, Rienda se rompió el cruzado anterior de la rodilla izquierda durante la primera manga del gigante de Aspen (EEUU), que tres años antes había sido escenario de su tercera victoria en ese momento, después de las que había logrado en Are (Suecia) y Lenzerheide (Suiza) durante el curso 2004-05.
El contador volvía a cero. Pero lejos de arrojar la toalla, Rienda decidió levantarse de nuevo. Explicó que estaba "chafada", pero que le quedaba tiempo para intentarlo, quizá por última vez, en Vancouver.
Inició una nueva recuperación, con la ayuda de la fisioterapeuta suiza Karin Arnold y se puso el traje de faena a las órdenes del italiano Valter Ronconi, su hombre de confianza, que saboreó junto a ella -primero en otras funciones- éxitos, derrotas y dolores. Como el vizcaíno Carlos Alvarez, encargado de su preparación física.
Esta vez, el proceso de recuperación se ha llevado con más tranquilidad y las cosas se han gestionado "de mejor forma", en opinión de Eduardo Roldán, presidente de una federación que ha sido testigo de todos los triunfos de Rienda bajo su mandato.
La primera parada de un viaje con destino a Whistler Mountain -próximo monte olímpico- es el glaciar tirolés de Soelden, que se ha establecido como tradicional apertura del curso alpino. Rienda volverá a competir el sábado, 329 días después, en una prueba que sabe que no va a ganar. Estar en Soelden ya es un triunfo en sí.
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