Este artículo se publicó hace 14 años.
El río Barayo recupera su cauce tras concluir el derrumbe de la carretera N-634
El río Barayo ha recuperado su cauce poco antes de las 20:00 horas al concluir las labores de derrumbe del terreno sobre el que se asentaba la carretera N-634, lo que ha permitido iniciar el desembalse de los miles de metros cúbicos de agua que inundaron la localidad de El Bao, en Navia (Asturias).
Tras más de treinta horas de trabajos ininterrumpidos, una de las tres palas excavadoras que han operado en la zona durante todo el día consiguió a última hora de la tarde reabrir el paso al agua, que comenzó a fluir y a caer por un desmonte de más de veinte metros de altura.
Según ha indicado a Efe el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, las tareas para derruir el dique en que se había convertido la N-634, principal vía de comunicación entre el Principado y Galicia, se hacían "conscientemente a un ritmo lento".
De esta forma, ha precisado, se reducirán los efectos medioambientales sobre el resto del cauce hasta su desembocadura y sobre los taludes sobre los que ahora termina la carretera N-634 tras la demolición de un tramo de más de 50 metros de la calzada.
"Nuestra preocupación era que no siguiera aumentando la cola del embalse", ha señalado Trevín.
Confía en que durante las próximas horas irá disminuyendo el nivel del agua en la zona inundada que anegó hasta el tejado al menos cuatro viviendas de la localidad de El Bao.
Decenas de camiones han estado a lo largo de toda la jornada sacando toneladas de asfalto y tierra para ir reduciendo la altura del talud después de que el agua retenida por la carretera inundara unos 80.000 metros de terreno en las inmediaciones de la vía.
El embalse ha afectado en menor grado a otras viviendas después de que las intensas lluvias desde el miércoles provocasen el bloqueo de las tres tuberías -dos de dos metros de diámetro y una de cuatro metros- por las que se encauzó el río al construir la carretera en los años ochenta.
Los vecinos de El Bao y de localidades cercanas que seguían desde distintos puntos alrededor del embalse creado por la inundación han mostrado su malestar por el hecho de que la decisión de derrumbar la carretera no se adoptara ya el sábado.
"Tengo dos nietos ingenieros y se lo dije: si hacéis un proyecto como éste os mando prender", comentaba a Efe un vecino.
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