Este artículo se publicó hace 15 años.
Ripollés crea una escultura en un happening al aire libre en el Retiro
El artista Juan Ripollés levantará una escultura a lo largo del día de hoy en un happening al aire libre con la ayuda de alumnos de arte en el parque del Retiro, donde se exhibe su muestra "Universo Urbano" hasta el 28 de junio.
El éxito de la muestra ha hecho que ésta finalmente se prorrogue desde la fecha prevista inicialmente, el día 10, dado que los madrileños han respondido fundiéndose con las 21 esculturas que reciben al visitante desde la puerta principal de acceso al parque, hasta cerca del lago.
Son piezas de distinto carácter: algunas sobrias de bronce y otras coloristas hechas de fibra de vidrio y cristal de murano, que se alternan y que son ejemplo de la variedad creativa que siempre ha caracterizado al artista castellonés, nacido en 1932.
"¡¡Es el happenig reivindicado¡¡", exclama entre sonrisas Ripollés, a quien la escuela de arte le pidió su colaboración y él, que en esos momentos tenía que estar en la Bienal de Venecia, donde tiene una obra en el pabellón de Italia, eligió quedarse aquí, trabajando al aire libre, con jóvenes alumnos.
"En la Bienal ya está todo el trabajo hecho, mientras que aquí se está haciendo ahora mismo, y con jóvenes, lo cual es como tomarte un bote de vitaminas al ver su iniciativa, sus ganas de hacer; por eso, cuando me lo pidieron no lo dudé, elegí estar aquí con alumnos que te transmiten entusiasmo", apunta a Efe Ripollés.
"Aquí todo es de verdad. El desinterés es total. Mientras que en la Bienal hay mucha corbata", añade el artista, quien comenta que su papel se reduce casi al de mero observador, pues sólo le pidieron estar ahí, pero fueron los profesores de la escuela quienes trazaron el esquema de la escultura, tras elegir el modelo, y son ellos los que guían a los alumnos para "encontrar la base y el alma de la obra hasta conseguir levantarla y llegar a los seis metros previstos".
Tanta es la ilusión de Ripollés que ya piensa en repetir la experiencia en otra localidad del mediterráneo español que afirma que no puede anunciar aún. Y es que el happening, esa técnica participativa en la que todo el mundo puede poner su grano de arena, o de escayola o de pintura, es muy del agrado del artista castellonense.
"El último fue en Singapur y esta vez fueron dos cuadros de seis metros por uno y medio cada uno. Los hicimos en la avenida comercial, uno de temática urbana y el otro marítima. Todos los paseantes querían participar y salieron preciosos".
Aunque no siempre es así, porque un happening es, como señala Ripollés, algo semejante al dibujo de un niño: "A veces tienen vida y gracia, y acaban llenos de frescura; pero en otras, donde uno puso gracia, otro lo estropea, acaba emborronado y se pierde totalmente su frescura", apunta.
¿Y usted no puede intervenir? "A veces lo deseo; pero no debes hacerlo. Ése es el secreto del happening", responde.
Tan agradecido se ha quedado Ripollés con Madrid por la acogida a su exhibición que ha decidido regalar una de sus piezas a la ciudad. Todavía no ha elegido cuál será, sólo que será de bronce.
Hoy se reúne con la concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, para tomar la decisión, teniendo muy en cuenta el lugar que asignen a su pieza.
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