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El ritmo cíngaro de Kusturica convierte en un baile el primer día de Festimad

EFE

La banda balcánica Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra puso a bailar con sus ritmos cíngaros al público que asistió anoche a La Cubierta de Leganés (Madrid), en la primera jornada del Festimad Sur que sólo superó la media entrada en los dos últimos conciertos.

Siete grupos jóvenes españoles fueron los encargados de avisar desde el escenario que la décimo quinta edición de Festimad Sur había comenzado. Sin embargo, poca gente vio esta inauguración, ya que el público sólo empezó a acudir bien entrada la tarde.

Vita Imana, The Rejects, Rokcinante, Nu Eve, Gizmo y Fetus in Feto, las seis bandas de la zona sur de Madrid, además de Day of Rising (Castellón), apenas disfrutaron de público en sus actuaciones.

Este Festival, decano de los encuentros españoles de música, no triunfó con su mensaje de dar el máximo protagonismo a los ritmos no mayoritarios y a los nuevos talentos, o no pudo trasladar esta idea a sus seguidores, vista la indiferencia que la gente mostró durante las primeras horas de conciertos.

La diversidad en la programación para el primer día y la diferencia en los estilos de los grupos tampoco ayudó.

A los grupos de jóvenes siguieron tres propuestas distintas de rap: la de los cubanos Kumar, los marroquíes Bigg y el hispano-guineano El Chojín.

Kumar y Bigg estuvieron correctos. Los cubanos pusieron muchas ganas en su actuación, aunque quedaron algo desdibujados al no encontrar demasiada respuesta en la grada y la arena, mientras que los raperos marroquíes tiraron de profesionalidad y superaron la barrera idiomática para "comunicarse con el lenguaje universal de la música".

Sin embargo, con El Chojín comenzó el verdadero Festimad. Bregado en muchas más batallas festivaleras que sus compañeros de cartel, fue directo a por el público, al que pidió su apoyo para entregarse en una actuación intensa que levantó la primera gran ovación.

De noche, cuando apenas entraba luz por la cúpula de La Cubierta, aparecieron los serbios de The No Smoking Orchestra al son del himno soviético.

Trajeados, recibieron los aplausos de aquellos que habían acudido predispuestos a moverse con lo que ofreciera el violín, el acordeón, las guitarras, el saxofón y los demás instrumentos de la banda de Kusturica.

Durante las dos horas que estuvieron bajo los focos, su estilo cíngaro, mezcla de punk, jazz, folk y rock convirtió en un baile el interior del recinto.

La música, alegre, desenfadada y festiva, conectó muy bien con la gente, que no salió de su embrujo hasta el último segundo de la velada.

Kusturica, a la guitarra, recorrió con su banda muchos temas de sus películas. "Gato negro, gato blanco", "El tiempo de los gitanos" o "La vida es un milagro" quedaron retratadas por la puesta en escena teatral y los ritmos endiablados de la banda balcánica.

Igual que hicieron en su concierto de febrero en Madrid, el Dr. Nelle Karajlic (vocalista y líder), Dejan Sparavalo (violinista) Zoki Milosevic (al saxofón) y los demás músicos jugaron con los asistentes subiendo a chicas continuamente al escenario, pidiendo colaboración en los coros y dando momentos espectaculares de virtuosismo musical y maestría como showmen.

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