Este artículo se publicó hace 12 años.
Romney reitera su promesa de "revocar y reemplazar" la reforma sanitaria
El virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney, reiteró hoy su promesa electoral de "revocar y reemplazar" la reforma sanitaria de 2010, avalada hoy por el Tribunal Supremo.
Es importante tener claro, declaró Romney, lo que dice y lo que no dice la sentencia: "los jueces afirman que la reforma sanitaria "no viola la Constitución, pero no que sea una ley buena o una política buena".
La reforma sanitaria impulsada por el presidente Barack Obama "fue mala política ayer y es mala política hoy... es importante que la revoquemos y reemplacemos con una verdadera reforma", subrayó Romney desde un edificio cercano al Capitolio en Washington.
Según el exgobernador de Massachusetts, la reforma sanitaria, bautizada por sus detractores como "ObamaCare", aumenta los impuestos, reduce los beneficios para el programa Medicare para ancianos y jubilados, y añade billones de dólares al déficit y la deuda nacional, y desalienta la creación de empleos.
Romney se hizo eco de las quejas de los conservadores de que la reforma sanitaria es una amplia y costosa intrusión del Gobierno federal, además de que reduce las opciones de los estadounidenses para mantener el seguro y el médico que deseen.
Para él, la única forma de anular la reforma sanitaria y reemplazarla con una "verdadera reforma" que reduzca los costos de salud es derrotando a Obama en las urnas el próximo 6 de noviembre.
A lo largo del proceso de primarias republicanas, Romney hizo un guiño a los conservadores al prometer la anulación de la reforma sanitaria, si gana la presidencia.
Romney hizo hoy sus declaraciones desde un atril con un letrero que rezaba: "Anular y reemplazar ObamaCare".
Cuando era gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007, Romney promulgó una reforma sanitaria -única en la nación para entonces- que otorgó acceso universal al cuidado médico a través de subsidios gubernamentales e impuso la obligatoriedad del seguro médico.
La reforma sanitaria de 2010, aprobada en el Congreso sin apoyo republicano, se inspiró en parte en la de Massachusetts.
La única manera de que los republicanos anularan la reforma sanitaria, el mayor logro legislativo de Obama en política interna, sería si los republicanos recuperaran el control del Senado.
En la actualidad los republicanos controlan la Cámara de Representantes y los demócratas el Senado, aunque por exigua mayoría.
Pero el fallo de hoy, por 5-4, es una victoria para Obama en pleno año electoral, porque el Tribunal Supremo rechazó el argumento de los detractores de que el Congreso se extralimitó con la exigencia de que la mayoría de los estadounidenses compren un seguro de salud o paguen una multa.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, rechazado por Obama en el voto de confirmación cuando el presidente era senador, fue quien estuvo a cargo de escribir el fallo favorable a la reforma sanitaria.
Los cuatro magistrados "progresistas" del Supremo -Stephen Breyer, Ruth Bader Ginsburg, Elena Kagan y la puertorriqueña Sonia Sotomayor- se sumaron a Roberts en la sentencia. Los jueces Samuel Alito, Anthony Kennedy, Antonin Scalia y Clarence Thomas votaron en contra.
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