Ni la banda terrorista ETA, ni el partido Amaiur, ni las víctimas del terrorismo, ni, incluso, el 11-M. Todos los elementos que han configurado buena parte del discurso de UPyD han quedado aparcados esta tarde en la sesión de investidura de Mariano Rajoy. 

Durante su turno de palabra, la portavoz del partido, Rosa Díez, ha hablado de acabar con la corrupción, de despolitizar la Justicia, de superar la división de la ideología territorial y de defender la unidad de España como instrumento para garantizar la igualdad. Sin embargo, al recordar a la Cámara su condición de 'diputada vasca elegida por Madrid, pero que va a hablar de España y los problemas de todos los españoles', Díez ha obviado adentrarse en el territorio del conflicto en Euskadi. 

Ha desconcertado la diputada, de quien se esperaba un discurso también centrado en la ilegalización de Amaiur y Bildu, una de las seis primeras iniciativas parlamentarias que la formación ya había registrado esta semana en el Congreso.

Incluso en la página web del partido se incluia un artículo de Europa Press en el que se avanzaba que Díez hablaría durante su intervención de la ilegalización de Amaiur, un partido que según Rosa Díez, es continuidad de Batasuna y ETA.

Entre sus propuestas, sí ha insistido en la necesidad de reformar la Ley Electoral para que no perjudique a unos partidos y beneficie a otros, como ocurre ahora, y aprobar, así, una asignatura pendiente de la democracia con una modificación que igualaría el derecho a voto de todos los ciudadanos.

También ha querido manifestarse sobre la educación y ha mostrado su deseo de homogeneizar los modelos educativos de las diferentes autonomías, garantizando, además, que los alumnos de las comunidades en las que se hablan dos lenguas puedan elegir cursar sus estudios en castellano, algo que, según ha afirmado Díez, no ocurre en todos los casos.