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Rubalcaba persuade al PSOE de la reforma pero reprocha a Zapatero los modos

EFE

El candidato del PSOE para el 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha logrado convencer hoy a casi todos sus compañeros de partido sobre la necesidad de reformar la Constitución, pese a reconocer que él no lo hubiera planteado como lo hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Rubalcaba ha asumido en primera persona la responsabilidad de tratar de persuadir a la Ejecutiva, a los "barones" y a diputados y senadores, sobre todo a los más reticentes, sobre las bondades de esta reforma, encaminada a establecer una disciplina presupuestaria en las administraciones públicas.

Y, para ello, ha protagonizado un maratón de reuniones, en las que ha dado argumentos a sus compañeros sobre la necesidad y la urgencia de la reforma, pactada con el PP y que mañana inicia su tramitación en el Congreso, y contra la que CCOO y UGT han convocado dos jornadas de protesta y una marcha para el 6 de septiembre.

Falta por ver si convence a todos los diputados y senadores de su grupo, reunidos a puerta cerrada desde las ocho de la tarde en el Congreso, en un encuentro en el que ha habido muchas peticiones de palabra y en el que, según algunos de los asistentes, no ha habido de momento intervenciones discrepantes.

Sí se prevé que las haya, entre ellas las del diputado Antonio Gutiérrez, que sigue manteniendo su postura contraria a la modificación constitucional, o las de otros parlamentarios que durante estos días han abogado por convocar un referéndum.

En cualquier caso, de las reuniones de hoy Rubalcaba se lleva la felicitación unánime del partido por su intervención durante las negociaciones de la semana pasada con el PP, que permitieron que se no se incluyera una cifra concreta de déficit en la Constitución.

No obstante, Rubalcaba ha admitido ante sus compañeros de la cúpula del PSOE que él no hubiera planteado esta reforma en los términos en que lo hizo Zapatero, casi por sorpresa, durante un pleno extraordinario el pasado martes.

"Yo no lo hubiera hecho así y así se lo he dicho al presidente", ha asegurado durante la reunión de la Ejecutiva Federal, en presencia del propio Zapatero, a quien ha reprochado que no lo consultara previamente con el partido.

Por la tarde, en la cumbre con los secretarios regionales, ha dicho comprender a Zapatero y su responsabilidad. "Ha hecho un gesto político relevante que nos sirve", ha señalado a los "barones", de quienes ha obtenido un respaldo sin fisuras hacia la reforma.

Y es que, a su juicio, "la reforma es como una vacuna que hay que ponerse ahora" para afrontar la difícil situación que puede presentarse en los próximos meses. "O la hacemos ya o no servirá para nada", ha enfatizado.

Firme defensor de la estabilidad presupuestaria y del control del gasto, según sus propias palabras, Rubalcaba ha explicado que un gobierno muy endeudado puede quedarse sin margen para aplicar políticas sociales.

Durante la reunión de la Ejecutiva, el propio Zapatero ha ofrecido sus razones, ha apelado al interés del país y ha esgrimido la necesidad de lanzar un mensaje claro de compromiso con la austeridad hacia los inversores.

Una justificación que le ha servido también para rechazar la convocatoria de un referéndum, ya que alargaría la incertidumbre, idea que en principio comparte la mayor parte del partido.

Zapatero ha admitido las reticencias que le trasladó el lunes por la noche Rubalcaba sobre la inconveniencia de introducir un tope de déficit en la reforma del artículo 135 de la Constitución, tal y como estaba previsto inicialmente.

"Sé lo difícil que ha sido esto para Alfredo", ha dicho Zapatero.

En la reunión con los dirigentes territoriales, en la que ya no ha estado Zapatero, el candidato socialista a la Moncloa ha convencido incluso a los más recelosos, como el líder del PSM, Tomás Gómez, que esta mañana se mostraba "escéptico" y decía que el problema "no es la forma, sino el contenido" de la reforma.

Gómez se ha dado esta tarde por satisfecho con las explicaciones y ha subrayado que el texto final permite el "blindaje del estado del bienestar", aunque ha pedido a Rubalcaba que éste "sea el último mensaje a los mercados".

Por su parte, el líder PSC, José Montilla, ha trasladado al candidato socialista su opinión de que "las cosas se podían haber hecho mejor", si bien ha admitido que la reforma era necesaria porque "uno no se puede poner una venda" ante la situación económica.

Una de las voces más críticas ha sido la de su compañera del PSC, la ministra de Defensa, Carme Chacón, quien ha avalado la reforma "por responsabilidad y lealtad hacia el candidato" socialista, pero ha expresado sus "dudas" por el procedimiento seguido para concretar este cambio en la Carta Magna.

Siguen apostando por un referéndum el extremeño Guillermo Fernández Vara, que en su cuenta de Twitter ha avisado: "Cuando las cosas se explican, se pueden entender, pero quienes tienen que entenderlo no sólo somos nosotros, sino todos los ciudadanos".

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