Este artículo se publicó hace 15 años.
Rubalcaba pide al PP que deje de ensuciar al Estado y "limpie su casa"
La oposición dice que investigar la corrupción en Canarias es un "GAL sin crímenes"
"Todos los presos me dicen los mismos: somos inocentes. Algunas veces puede ser cierto, la mayoría no". El titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tiró ayer de ironía para responder a la acusación del PP de controlar a la Policía para hostigar a los conservadores canarios. "El guión siempre es el mismo. Sus militantes son honestos y honrados y hay unos policías malvados, unos jueces prevaricadores y unos fiscales al servicio del Gobierno que les persiguen", afeó el ministro.
Al hilo de la operación Faycan, que implica a cargos del PP, la diputada conservadora Carmen Guerra le había recriminado minutos antes que se hubiera presionado a un testigo para declarar contra cargos de su partido. Se refería a Francisco José Benítez Cabreleng, uno de los denunciantes del caso.
A Guerra se le escapaba, sin embargo, una circunstancia que no dejó pasar el máximo responsable de Interior. En la última semana, después de que se registrara la pregunta, Cambreleng había dado la vuelta a su versión apuntando precisamente al presidente del PP canario, José Manuel Soria, como origen de las presiones.
Rubalcaba se limitó a leer la nueva declaración: "Soria estaba obsesionado con que yo cargara contra la Policía y López Aguilar. Le dije por activa y por pasiva que nunca me presionó, pero eso no le interesó". El ministro destacó también la denuncia, un día después, de un presunto soborno para callar al testigo.
Con estos datos se lanzó al ataque. "Ha tenido una ocasión magnífica de callarse. Dejen de ensuciar con su basura a las instituciones del Estado, limpien su casa y después vengan a hablar a esta Cámara", exigió.
Enterrar en cal viva
La dureza del ministro respondía a las acusaciones con la que la diputada había acompañado su pregunta. En referencia a Rubalcaba, Guerra aseguró que el acoso polícial era normal para quien había pertenecido a un Gobierno donde "algunos, si tenían que robar, robaban; si tenían que secuestrar, secuestraba y si tenían que matar, mataban. Es más, hasta enterraban en cal viva algunos miembros del Gobierno socialista, del mismo que usted formó parte".
Desde el primer momento ya había apuntado por donde iba su intervención tachando la situación de "GAL sin crímenes en Canarias". A pesar del giro en la declaración de Cambreleng, Guerra terminó: "Le exijo, señor ministro, que tenga el valor suficiente de contestar algo tan grave que dejaría claro quien está detrás para acabar con el Partido Popular el Canarias".
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