Este artículo se publicó hace 13 años.
Los Ruiz-Mateos salen de Dhul y vuelve a funcionar
Nueva Rumasa presenta también concurso de acreedores para Clesa y Cacaolat
Como un muelle al que hubieran presionado en exceso, que se suelta y vuelve poco a poco a su posición original, Dhul, declarada en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos), ya no está gestionada por la familia Ruiz-Mateos y desde hoy empieza a recuperar su actividad. El mecanismo es el contrario al que ha ido ahogando una tras otra a las empresas del entramado de Nueva Rumasa: el dinero fluye de nuevo a la caja con la intención de usarlo para pagar a proveedores y producir.
El juez Blas Alberto González, del Juzgado número 1 de Granada, decidió apartar a los Ruiz-Mateos del timón de la compañía a pesar de que estos presentaron concurso voluntario, por considerar que los riesgos de dejarles al frente y con libertad de gestión del patrimonio de la firma eran excesivos. El juez, al que le bastó un día para emitir su auto de aceptación del concurso, entendió que los problemas de Dhul no tenían que ver con el funcionamiento en sí del fabricante de postres, sino más bien "con deudas de otras empresas de Nueva Rumasa".
Las plantillas de las cuatro firmas en concurso cobrarán antes del Fogasa
Por eso decidió ordenar que se levantase el embargo que algunos proveedores habían pedido sobre cuentas comerciales de Dhul, que había segado la entrada de dinero a la caja, lo que para el juez tenía unas consecuencias "devastadoras" para la empresa.
Al concurso de Dhul se unió el pasado jueves la petición de concurso para Carcesa (fabricante de Fruco y Apis) y este viernes las de Clesa y Cacaolat. Nueva Rumasa informó sobre estas dos últimas en un comunicado aunque en el registro de los juzgados de Madrid aseguraban no haber recibido la documentación. Según fuentes cercanas a Nueva Rumasa consultadas por Público, los Ruiz-Mateos habrían presentado el concurso de Clesa en Pontevedra, donde está ubicada una de las fábricas, en lugar de en Madrid donde sí se había presentado el preconcurso (primera opción que utilizaron los Ruiz-Mateos para ganar tiempo y negociar con los acreedores).
La presentación de los concursos facilitará a los trabajadores de estas cuatro compañías que cobren sus salarios atrasados del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
Un empleado de Cacaolat asegura que se descapitalizó la empresa
Manifestación de Cacaolat
Por otro lado, un centenar de trabajadores de la planta que Cacaolat tiene en el barrio barcelonés de Poblenou se manifestaron hoy delante de la fábrica para reclamar soluciones ante la posibilidad de que Nueva Rumasa despida a parte de las 400 personas que trabajan en la empresa de batidos en Catalunya (otras 100 están empleadas en una fábrica de Zaragoza). La concentración se realizó una hora después de que la empresa de Ruiz-Mateos presentara el concurso y los trabajadores pidieron que la fábrica, que siempre tuvo números positivos, se desvincule de forma definitiva de los Ruiz-Mateos.
Uno de los empleados del departamento de producción denunciaba este viernes que "Nueva Rumasa descapitalizó las empresas, vendió todos los terrenos y se excedió en el pago a proveedores".
A finales del año pasado, Nueva Rumasa vendió el 5% de Cacaolat a la sociedad de inversión Esteve Cavaller, liderada por el empresario catalán Manuel Esteve, por un importe de 9 millones de euros.
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