Este artículo se publicó hace 15 años.
Rusia se compromete con Suecia a luchar contra la corrupción e impulsar el comercio
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, se comprometió hoy ante el primer ministro sueco, Fredrik Reinfedlt, a seguir combatiendo la corrupción en su país y a impulsar el comercio bilateral.
Medvédev y Reinfeldt repasaron los asuntos bilaterales entre sus países en un encuentro previo a la cumbre UE-Rusia que se celebra hoy en Estocolmo.
Los dos mandatarios destacaron la voluntad de cooperación, en especial en el ámbito económico, entre Rusia y Suecia, dos países cuyas relaciones han sido tirantes durante los últimos meses por las duras críticas del Gobierno sueco a la actuación de Moscú en la guerra con Georgia el pasado año.
De hecho, según diversas fuentes, Moscú sólo aceptó reunirse con los Veintisiete en suelo sueco tras las presiones del resto de la Unión Europea y la luz verde de Estocolmo al tendido en sus aguas territoriales del gasoducto ruso Nord Stream, que suscita las reticencias de algunos países bañados por el Báltico por su posible impacto ecológico negativo.
"Los vecinos no sólo tienen problemas comunes, sino también diferentes opiniones y por eso es bueno que se reúnan para afrontarlas", dijo Medvédev en una breve rueda de prensa tras el encuentro.
Ni el presidente ruso ni el primer ministro sueco quisieron entrar a analizar esas diferencias y se refirieron más bien a las posibilidades de cooperación económica y comercial entre sus países.
Ambos recordaron el aumento de los intercambios comerciales durante los últimos años y culparon a la crisis económica de la regresión del comercio en este año, excluyendo otros factores.
"No es nuestra culpa, es el precio que tenemos que pagar por participar en la economía global", recalcó Medvédev.
El proceso de adhesión de Rusia a la Organización Mundial de Comercio (OMC), frenado por su intención de crear una unión aduanera con Bielorrusia y Kazajistán, es uno de los asuntos que se debatirán en la cumbre de hoy.
Independientemente de ello, Medvédev se mostró a favor de reforzar el marco legal para que las empresas europeas puedan invertir con más seguridad en Rusia y se comprometió a luchar contra la corrupción en el país.
Por su parte, Reinfeldt recalcó que las compañías suecas tienen un gran interés en un mercado en crecimiento como el ruso y que para entrar en él necesitan unas condiciones "estables", aunque recordó que la corrupción no es un problema exclusivo de Rusia.
Respecto a la lucha contra el cambio climático, uno de los principales puntos de la agenda de la cumbre UE-Rusia, Reinfeldt y Medvédev subrayaron que sus países están "entre los pocos que han disminuido sus emisiones de efecto invernadero desde 1990" y se comprometieron a seguir avanzando de cara a la conferencia de las Naciones Unidas que se celebra en Copenhague el mes que viene.
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