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Ruta de la Almadraba: tras la pista del atún rojo frente a la espectacular costa gaditana

El viaje en el barco Francisco Varo recuerda una de las artes de pesca más antiguas del mundo: la almadraba, marcada por el combate entre los pescadores y los grandes atunes, que siguen cruzando en nuestros días el Estrecho de Gibra

CARMEN V. VALIÑA

Cuando los enormes atunes rojos cruzan el Estrecho de Gibraltar, los pescadores gaditanos tejen un laberinto de redes, como hecho de orfebrería, que los atrapa. Estos majestuosos peces han recorrido miles de kilómetros desde el Atlántico norte hasta el Mediterráneo, para morir por una de las artes de pesca más antiguas de la humanidad: la almadraba; una práctica que ya utilizaron tartesios y fenicios y que sigue siendo, como la definieron los árabes, almádraba, el lugar donde se golpea y se lucha. Un combate de poder a poder entre el hombre y el mar, que un nuevo proyecto acerca ahora a los turistas. Bienvenidos a la Ruta de la Almadraba.

El buque Francisco Varo ha visto muchos de esos combates entre los pescadores gaditanos y los imponentes atunes rojos. Sigue saliendo cada día al mar, pero ahora lo hace con un fin bien diferente con el que nació: acercar a medio centenar de turistas el arte de la almadraba y el espectacular paisaje de costa gaditana que va del Cabo de Trafalgar a Punta Camarinal, en Tarifa.

Las rutas están organizadas dentro del proyecto de La Ruta de la Almadraba, que nace con el apoyo de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, el Fondo Europeo de la Pesca y la Organización de Productores de la Almadraba. En torno a cincuenta personas participan en cada una de las travesías programadas según tres itinerarios: dos largos, de dos horas y media de duración, y uno corto, que en noventa minutos recorre la almadraba y acantilados de Barbate.
Estas rutas permiten contemplar espacios protegidos de la fachada marítima de Cádiz de gran importancia ecológica, como el Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate y el extremo occidental del Parque Natural del Estrecho. También, divisar la magia de lugares con nombres hechos para la ensoñación: Cabo Plata, Torre del Tajo, Playa de la Hierbabuena.

El proyecto de La Ruta de la Almadraba se completa con un Centro de Interpretación del Atún de Almadraba (CIAA), ubicado en el puerto deportivo de Barbate, muy cerca del lugar de atraque de las rutas por mar. Es un buen punto desde el que acercarse a la almadraba desde otro punto de vista: el que proporcionan proyecciones audiovisuales, aparejos y hasta una caja escénica en la que una animación infográfica proyecta una maqueta real del peculiar espacio que recorren los itinerarios.

Complicada maniobra de pesca que se transmite de generación en generación, los almadraberos siguen ejecutando, miles de años después, una coreografía prodigiosa de redes de la que ahora es más fácil que nunca ser testigo.



www.atunalmadraba.com






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