Este artículo se publicó hace 15 años.
Dos salidas para una crisis
Zapatero y Rajoy se sitúan en posiciones antagónicas que imposibilitan un gran pacto de Estado
Gonzalo López Alba
Salieron satisfechos Zapatero y Rajoy de sus respectivas faenas en el noveno debate económico de la legislatura, pero lo hizo el presidente por la izquierda y el líder de la oposición por la derecha, tanto en la orientación física de sus pasos como en la ideológica de sus palabras. Sin que haya de servir de precedente, lo que pudo verse en el patio coincidió con lo se escuchó en el hemiciclo.
A trazo grueso, el curso parlamentario comenzó como acabó el anterior, a garrotazos, bien que este miércoles los dos principales dirigentes del país tuvieron la precaución de sacudirse como cuentan que en tiempos de la dictadura hacía la Policía para no dejar marca de los golpes. En lugar de un periódico enrollado, utilizaron los informes de Moodys, el Foro de Davos y el Banco Mundial, esa agencia de evaluación de riesgos y esas instituciones que tan sagaces fueron a la hora de advertir de la crisis, por no hablar de prevenir. La primera devuelve a España a la máxima categoría de solvencia, mientras que las otras dos auguran una difícil recuperación.
El Gobierno sólo ve viable llegar a acuerdos con el PP en Educación
Cabe pensar que la precaución en no sacudirse con la mano tuvo que ver con la cortesía, pues el presidente confirmó ante los taquígrafos la llamada a Rajoy para que vuelva de visita a La Moncloa, aunque a tenor de cómo uno y otro se produjeron este miércoles poco más van a compartir que el café.
Zapatero ni siquiera esperó a escuchar a Rajoy para descartar un acuerdo global sobre la salida de la crisis y, en su lugar, se decantó por el "pragmatismo" de centrar la búsqueda del consenso con el PP en educación y energía. Se justificó este planteamiento desde el Gobierno en que, después de los ocho debates precedentes, "es sabido que las posiciones son antagónicas" y no está la cosa "para perder tiempo". El presidente sólo alberga la expectativa de alcanzar acuerdos aunque sean parciales en Educación, la carta a la que "nos lo jugamos casi todo".
Vino a confirmar Rajoy en su discurso posterior que la espera era estéril porque contraofertó con otro pacto de la forma idónea para hacerlo inviable, con un requisito previo e inasumible para la otra parte: "Le ofrezco un gran pacto para reducir el gasto del conjunto de las Administraciones Públicas, con una condición previa: no se suben los impuestos".
El PSOE acoge con esperanza y alivio la mano tendida del PNV
El mojón de la divisiónAquí emergió el meollo de la cuestión; por mejor decir, el mojón de la división. La ecuación que sustenta la política contra la crisis de Zapatero es que la prioridad de prioridades ha de ser preservar la cohesión social, lo que exige de más recursos públicos, para lo que resulta imprescindible un "ajuste" fiscal. La ecuación de Rajoy, según denunció José Antonio Alonso en el papel de fiscal, sólo se puede cumplir recortando el gasto social o, como apuntó Zapatero, poniéndole el cascabel al gato con el que nadie se atreve: las Comunidades Autónomas.
El trazo grueso del debate confirmó que Zapatero es el único que ve la luz al final del túnel, pero arrastra un déficit de credibilidad en el Parlamento que sólo se compensa por la falta de alternativa. El trazo fino aportó algunas novedades más.
Se esmeró el presidente en contener sus arrebatos de optimismo y dejó en La Moncloa la chistera de los conejos para sacudirse el sambenito de la improvisación. Y se esmeró Rajoy en parecer menos catastrofista y chistoso que en otras ocasiones para dar credibilidad a su anuncio de que va a "seguir trabajando por una alternativa capaz de encarrilar España".
El baile de las minoríasPudo constatarse que el PNV, aunque aún no ha llegado a la pradera, sigue bajando del monte para esperanza y alivio del PSOE, mientras que CiU asciende hacia las crestas a medida que se aproximan las elecciones en Catalunya. Estuvo inusitadamente dura ERC, por sobreactuación o porque ha perdido espacio desde que IU, ICV, BNG y NaBai articularon su propio polo de izquierdas que, aunque de dudosa consistencia, ofrece alternativas al Gobierno para apuntalar la permanente mano tendida de Coalición Canaria y UPN. El PSOE tendrá que esforzarse porque Zapatero no acabó de convencer a ninguno.
Las claves económicas¿Cuánto van a subir los impuestos en 2010?
Rodríguez Zapatero apuntó que el ajuste fiscal que se incluirá en los Presupuestos del Estado para 2010 supondrán elevar la presión fiscal alrededor de un 1,5% del PIB. Esto es, la subida de impuestos aumentará la recaudación en unos 15.000 millones de euros. Con este incremento de los ingresos, la presión fiscal se situaría en 2010 ligeramente por encima del 34% del PIB
¿De dónde saldrán esos 15.000 millones ?
El presidente del Gobierno no ofreció más pistas sobre los impuestos que se van a tocar. Con lo que se ha anunciado, las cuentas no salen. Si se excluye a las rentas altas de la deducción de 400 euros en el IRPF, se puede ahorrar unos 3.000 millones de euros; si se elimina completamente, el ahorro es de 6.000 millones. Elevar el gravamen sobre el ahorro del 18% actual al 20%, puede suponer unos 1.000 millones adicionales; si se iguala con el tipo más bajo del IRPF, del 24%, puede suponer unos 2.500 millones. Es previsible, además, una nueva subida de los impuestos especiales, los que gravan el tabaco, el alcohol y los carburantes. La que se aprobó en junio, relativamente modesta, aumenta la recaudación en unos 2.300 millones. Así, los movimientos conocidos suponen entre 6.500 y 11.000 millones de ingresos adicionales, por debajo de la cifra de Zapatero.
¿Qué pasa con el IVA?
Los responsables del Ministerio de Economía y Hacienda se resisten a una subida del IVA, por el impacto que tendría en el consumo, una de las variables que están mostrando más debilidad en la crisis. Una subida de este impuesto se trasladaría a los precios, lo que contendría más el gasto de los españoles. Pero el IVA es el impuesto con mayor potencial recaudatorio, y donde España tiene una fiscalidad más baja que en el resto de los países europeos: el tipo general es del 16%, mientras Francia tiene el 19,6%, y Alemania, el 19%, y Bélgica, el 21%. Los expertos calculan que elevar el tipo medio español unos 2 puntos podría aumentar la recaudación entre 5.000 y 6.000 millones. Con ello sí se alcanzaría la cifra manejada ayer por Zapatero.
¿Habrá también rebajas de impuestos?
El Gobierno también contempla algunas rebajas selectivas de impuestos, que, como se ha anunciado, se incluirán en la Ley para la Economía Sostenible. De una parte, una rebaja de 5 puntos durante 3 años para las pequeñas empresas que mantengan o creen empleo (su tipo pasaría del 25% al 20%). También habrá un tratamiento fiscal favorable para abonos transporte, similar al que tienen los vales de comida para empleados. En la nueva ley se incluirá, previsiblemente, la modificación de la deducción por compra de vivienda, que, desde el 1 de enero de 2011, sólo beneficiará a las personas con ingresos inferiores a los 24.000 euros anuales. Es una medida que no tendrá efectos en los ingresos fiscales a corto plazo, pues no se aplicará de forma retroactiva. Hacienda estima que el volumen de las deducciones por vivienda (6.000 millones, aproximadamente) no comenzará a reducirse significativamente hasta el año 2020.
¿Cuánto se recortará el gasto público en 2010?
El techo de gasto para 2010 aprobado por el Parlamento antes del verano fue de 182.439 millones de euros. Son unos 10.000 millones menos del gasto total previsto para este año, que se ha desviado enormemente por la factura del desempleo (el gasto inicial previsto era de 160.000 millones). Se trata de un recorte del 4,5% sobre el cierre de 2009 que, según dijo Zapatero, se traducirá en una “depuración exhaustiva” de todo gasto no prioritario...
¿Dónde se meterá la tijera?
Zapatero aseguró que los presupuestos respetarán el gasto social y la inversión en infraestructuras. Eso deja poco margen para los recortes. Gran parte se centrará en los gastos corrientes y en los de personal. En este capítulo se propone una subida moderada del salario de los empleados públicos y limitar la oferta de nuevas plazas en la Administración, como ya se ha hecho este año. El presidente del Gobierno dijo que el gasto medio de los ministerios se reducirá un 6% en 2010. Ya en este ejercicio, los diferentes departamentos han tenido que estrechar su presupuesto en 2.500 millones de euros.
¿Hay otro sitio de dónde pueda sacar dinero el Estado?
Es difícil generar recursos extraordinarios, pues ya no quedan empresas para privatizar, como se hizo en los años 90, o habría que confiar en otras vías, como los eventuales beneficios del Banco de España. Otras actuaciones sí que han supuesto una vía de ingresos, como las ayudas a la banca incluidas en las medidas anticrisis. El Fondo de Adquisición de Activos Financieros y el programa de avalas para las emisiones de bancos y cajas reportarán al Tesoro unos 1.500 millones de euros, por los intereses y comisiones que tienen que pagar las entidades que han recibido las ayudas, según dijo Zapatero en el debate.
¿Cuándo se aprobará la ley de Economía Sostenible?
Zapatero informó durante el debate de ayer que la Ley para la Economía Sostenible se aprobará en el Consejo de Ministros del próximo 16 de octubre. Ese mismo día se aprobará el nuevo fondo para inversiones de los ayuntamientos, que sustituirá al de este año. Serán 5.000 millones para obras relacionadas con la eficiencia energética, las nuevas tecnologías o la Dependencia. La intención es que las obras puedan iniciarse en 2010.
¿Cuál es el contenido de la nueva ley?
La Ley para la Economía Sostenible, que se tramitará casi en paralelo a los Presupuestos del próximo año, está estructurada en cinco partes. La primera recogerá los cambios normativos necesarios para aplicar la nueva estrategia económica, y donde se incluirá también, previsiblemente, una reforma de los actuales organismos reguladores; la segunda pata incluye las medidas para agilizar la creación de empresas; la tercera es la reforma de la formación profesional; la cuarta, los incentivos fiscales; y la quinta, la dotación económica de la ley: además del fondo para las inversiones de los ayuntamientos se pone en marcha otro, gestionado por el ICO, de 20.000 millones de euros, para incentivar proyectos empresariales.
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