Un juzgado holandés ha desestimado la apelación que la compañía Apple presentó el año pasado en contra de Samsung. De esta forma, el fabricante surcoreano podrá vender finalmente en el país su 'tablet' Galaxy Tab 10.1, ya que el juez ha asegurado que no guarda ningún parecido con el diseño del iPad y que se trata de dos productos distintos. La guerra de patentes entre Apple y Samsung continúa, pero esta vez la justicia se ha posicionado a favor de la surcoreana, al menos en Holanda. En esta ocasión el motivo de la disputa ha sido, una vez más, el Galaxy Tab 10.1 de Samsung.

El pasado mes de agosto, continuando con su guerra particular contra la surcoreana, Apple demandó a Samsung por infracción de patentes en el país holandés, entre las que se incluían también patentes de diseño. Sin embargo, fueron estas patentes de diseño las que fueron desestimadas entonces, por lo que la compañía estadounidense apeló esta decisión. Apple había demandado a Samsung por copia de diseño, ya que aseguraba que el Galaxy Tab guardaba grandes similitudes con su iPad 2. Ahora, un tribunal holandés ha desestimado esta acusación.

Los jueces de La Haya han señalado que el diseño de la parte trasera y de los laterales del 'tablet' de Samsung difieren de los del iPad, y que los dos modelos tienen diferencias de espesor, lo que permite a los usuarios distinguir los dispositivos de ambas compañías, según recoge el blog sobre patentes FOSS Patents. El fallo del tribunal holandés se produce una semana antes de la sentencia del Tribunal Regional Superior de Düsseldorf (Alemania), un tribunal de apelaciones que podría levantar una medida cautelar otorgada a Apple por un tribunal inferior en la misma ciudad a principios de agosto de 2011.

Además, el Tribunal Regional de Düsseldorf se pronunciará a principios del mes de febrero en un movimiento de Apple por un una orden preliminar contra el Galaxy Tab 10.1 N, una versión del producto con una modificación en su diseño. La decisión tomada en Holanda ha sido contraria a la tomada por un tribunal alemán el pasado mes de noviembre. Samsung se vio obligada a modificar el diseño y el nombre de su 'tablet' para poder venderlo en el país germano. La surcoreana hizo modificaciones en el marco del dispositivo, en la ubicación de su altavoz y cambió el nombre por Samsung Galaxy Tab 10.1 N.