Este artículo se publicó hace 15 años.
Sarkozy rechaza las acusaciones de proteccionismo y falta de solidaridad
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, rechazó hoy de plano las acusaciones de proteccionismo y falta de solidaridad desde los nuevos socios de la UE a los antiguos Estados miembros por la respuesta que están dando a la crisis económica.
"En Europa ningún país es proteccionista", subrayó Sarkozy al término de la cumbre informal que hoy reunió a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete y, respecto a la solidaridad, subrayó que la UE ha demostrado con creces en esta crisis que está dispuesta a salir al rescate de los países en apuros.
Las medidas adoptadas por algunos gobiernos comunitarios ante la crisis han hecho aflorar tensiones dentro de la UE, por su supuesto carácter proteccionista.
A ello se ha sumado la complicada situación que atraviesan los países del centro y este de Europa, especialmente golpeados por la crisis y que, en algunos casos, están reclamando ayudas directas a sus socios para superar el bache.
Hoy mismo, antes del encuentro de los Veintisiete, nueve de los recientes socios comunitarios celebraron una minicumbre cuyo mensaje principal fue que, ante la crisis, la UE debe evitar el proteccionismo y mostrar solidaridad con los países en peor situación.
Sarkozy, que con su plan de apoyo al sector del automóvil se convirtió en el blanco preferido de las acusaciones de proteccionismo, insistió hoy, una vez más, en que las ayudas de París a los fabricantes no perjudicarán a sus países socios.
El plan francés -que incluye un paquete de créditos a bajo interés de 6.500 millones de euros a Renault, PSA y Renault Trucks- recibió ayer el visto bueno de la Comisión Europea, después de que el Gobierno francés se comprometiera a no incluir en los contratos de los préstamos la exigencia de mantener las plantas en territorio francés y trabajar con proveedores nacionales.
Sarkozy se mostró extrañado de que se critiquen las ayudas al sector del automóvil y no a los bancos y dejó claro que salvando a los grandes grupos del motor (citó, además de Renault y PSA, a Opel, Fiat y Saab) "estamos salvando empleos en Europa".
Destacó, en esa línea, que el primer ministro rumano, Traian Basescu, le ha agradecido su plan de apoyo al motor, porque evita la destrucción de empleos en su país e insistió en que si no se ofrece ayuda a las matrices, lo primero que harán los constructores será cerrar fábricas.
Los que tienen un problema de proteccionismo, según Sarkozy, "son nuestros amigos americanos", pero no Europa, "que es la zona más abierta del mundo".
Con la misma vehemencia, el presidente francés resaltó la solidaridad de la UE con los países más afectados por la crisis.
"Si alguien sabe de nuestra solidaridad son los húngaros y los letones", afirmó, en alusión a los paquetes de ayuda habilitados a estos países, en colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), para ayudarles a equilibrar su balanza de pagos.
"La solidaridad en Europa ya es una realidad", subrayó Sarkozy, que instó a las instituciones como el FMI, el BM y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) a movilizar los fondos necesarios para ayudar a los países del centro y este del continente a superar sus problemas.
El BEI, el BM y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) ya anunciaron el viernes pasado un paquete de ayuda de 24.500 millones de euros para estabilizar los bancos de la región.
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