La sexta entrega de la saga Saw ha recibido la calificación de película X en España por su alto contenido violento, lo que limitará su proyección a las salas X del país, si no prospera un recurso de la distribuidora.

La franquicia Saw es conocida por mostrar imágenes explícitas de violencia. En las películas, varias personas son secuestradas por un personaje llamado Jigshaw que las obliga a pasar por duras pruebas, como por ejemplo automutilarse, para intentar sobrevivir y quedar en libertad.

De acuerdo con el artículo 9 la Ley de Cine española, serán calificadas como películas X aquellas de carácter pornográfico o que hagan apología de la violencia.

La calificación de las películas en España depende de una comisión dependiente del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), cuyo veredicto es inapelable y puede cambiarse sólo a través de un recurso legal.

El ICAA depende del Ministerio de Cultura, que no quiso hacer declaraciones.

La distribuidora de la cinta, Buenavista, confirmó a Reuters Televisión que se ha interpuesto un recurso a esta decisión y que si no lograse cambiar la calificación de la película, dirigida por Kevin Greutert, optaría por lanzarla directamente en DVD en España en lugar de proyectarla en cines X, de los que existen tan sólo ocho salas registradas que no cuentan con proyectores adecuados de 35 milímetros.

419.976 espectadores -, las siguientes ganaron popularidad y han superado esa cifra de público. La más popular en España fue Saw 3, dirigida por Darren Lynn Bousman y que en 2006 atrajo a 957.849 personas a los cines recaudando cinco millones de euros.

Existe un precedente, el de la película francesa "Fóllame", de Virginie Despentes, que fue clasificada como X en un principio pero tras un recurso logró estrenarse en 2001 como cinta no recomendada para mayores de 18 años. Un total de 35.848 acudieron a verla a los cines, de acuerdo con la base de datos del Ministerio de Cultura.