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Los secuestradores matan a otros dos británicos en Irak

Los familiares de las víctimas critican la actuación del Gobierno de Brown

ÍÑIGO SÁENZ DE UGARTE

La crisis de rehenes más larga sufrida por el Reino Unido en los últimos 20 años no tendrá un final feliz. Cuatro de los cinco civiles británicos capturados en mayo 2007 en Irak están muertos. Una fuente oficial iraquí confirmó ayer a la agencia Reuters que otros dos de los rehenes habían sido asesinados. Las familias de Alan McMenemy y Alec MacLachlan ya fueron informadas la semana pasada de que debían perder toda esperanza. En junio los secuestradores habían entregado los cadáveres de otros dos víctimas.

El único que probablemente continúa vivo es Peter Moore, de 36 años, el único que no iba armado en el momento del secuestro. Moore trabajaba como consultor de informática. Los otros cuatro británicos eran guardaespaldas que tenían como misión protegerle. Los cinco fueron sorprendidos cuando Moore celebraba una reunión en el Ministerio iraquí de Finanzas, en un edificio situado en el centro de Bagdad.

Los familiares de las víctimas no están nada satisfechos con la actuación del Gobierno de Gordon Brown para salvar las vidas de los secuestrados. 'Todo esto demuestra que el Foreign Office ha llevado mal el caso', dijo ayer el padre de Moore. 'No han hecho nada. Deberían haberse implicado directamente en las negociaciones desde el principio'.

El primer ministro británico ha dicho en varias ocasiones que en estos dos años ha planteado la situación de los rehenes en todos sus contactos con el Gobierno iraquí. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores se ha mantenido al margen de cualquier contacto con los secuestradores.

En la época del secuestro, milicias y grupos insurgentes operaban en Bagdad con absoluta impunidad y a plena luz del día. Unos cuarenta hombres armados intervinieron en la operación, que contaba con información procedente de infiltrados en el ministerio donde trabajaban. Su intención era intercambiar a los cinco británicos por nueve presos iraquíes en poder de los militares norteamericanos.

La última imagen de los rehenes es de febrero de 2008. Moore aparece en la foto ante la cámara para pedir que se acepten las peticiones de sus captores: 'Le digo a Gordon Brown que el asunto es simple. Pongan en libertad a los presos para que podamos volver a casa'.

Si bien en un principio se creía que la responsabilidad era de la milicia chií de Muqtada Al Sáder, las sospechas se centraron después en alguna milicia chií controlada por los servicios de inteligencia iraníes. Los norteamericanos mantienen detenidos a varios ciudadanos iraníes, sospechosos de haber colaborado con la insurgencia.

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