La selección española desató la locura en su entrenamiento en la Nueva Condomina, escenario donde hoy juega el último amistoso previo al Mundial 2010, ante Polonia, en el que 10.000 pasionales seguidores se dieron cita, animaron a sus ídolos y acabaron poniendo a prueba la seguridad.

El exceso de pasión en las gradas provocó que el entrenamiento de España fuese algo más corto de lo habitual. Apenas 50 minutos en los que el seleccionador Vicente Del Bosque volvió a mostrar el equipo que tiene en mente para enfrentarse a Polonia.

El entrenamiento comenzó con ejercicios de toque y el ensayo de remates a una portería, cuyo fondo estaba abarrotado. Cada parada de Iker Casillas, Pepe Reina y Víctor Valdés fue ovacionado. Cada tanto celebrado como si fuese oficial.

La corta sesión de trabajo acabó con un partido a mitad de campo en la zona donde en principio no podía acceder la afición. Ante la poca seguridad en la grada, los aficionados comenzaron a saltar una valla en acciones que podían generar peligro para la integridad física de los más jóvenes.

En pleno desconcierto, dos aficionados saltaron al terreno de juego y fueron retirados por la policía. El primero llevaba una camiseta del Barcelona y su objetivo fue llegar hasta la posición de Valdés. Sólo se vio una pancarta en el estadio y se refería al portero catalán: "Valdés titular".

Del Bosque probó un equipo formado por Iker Casillas, Arbeloa, Piqué, Puyol, Capdevila, Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Silva y Villa. Confirmó que piensa dar descanso a Sergio Ramos, el único internacional con Andrés Iniesta que ha sido titular en los dos amistosos previos.

Al entrenamiento saltó Fernando Torres con una protección en su rodilla derecha, la operada. Ya por la tarde, Oscar Celada y Juan Cota, doctores de la selección española, valoraron positivamente el último entrenamiento de Fernando Torres y admitieron que podrá debutar hoy ante Polonia, recuperado totalmente de su lesión en la rodilla derecha.

El entrenamiento acabó con los internacionales españoles agradeciendo el apoyo de la afición desde el centro del campo y algunos jugadores como Sergio Ramos, Jesús Navas y Sergio Busquets regalando balones a la grada.