Este artículo se publicó hace 16 años.
Semana corta pero histórica para el precio del crudo
El petróleo ha inaugurado el 2008 con una breve semana, de sólo cuatro sesiones, pero histórica, ya que por primera vez alguien compró en el mercado de futuros un barril de crudo por cien dólares.
Ese momento era esperado por analistas, inversores y expertos de todo el mundo desde hace meses y muchos estaban convencidos de que llegaría en 2007, un año que en que el progresivo encarecimiento del crudo parecía no tener límites.
No en vano, el petróleo de Texas, que sirve de referencia en Estados Unidos y que lidera la tendencia que luego suelen seguir el europeo (Brent) y el de la OPEP, acabó el 2007 un 57 por ciento más caro que como lo empezó.
Sin embargo, el año bursátil acabó el lunes, 31 de diciembre, con el barril (159 litros) de Texas cambiándose a 95,98 dólares y el de Brent a 93,85 dólares, mientras que el de la OPEP superaba por primera vez en su historia los noventa dólares y terminaba en 90,92 dólares.
Tras el descanso del martes, 1 de enero, el miércoles arrancó con fuertes alzas en el petróleo, aunque los inversores que negociaban en Nueva York, aún resacosos de las fiestas de Fin de Año, no se atrevían a empezar oficialmente el 2008 empujando al crudo por encima de los temidos cien dólares.
Sin embargo, un osado operador quiso convertirse en el protagonista de la semana y selló una única operación por cien dólares justos, lo que pilló prácticamente desprevenidos a muchos analistas, que veían en ese precio una verdadera barrera psicológica.
Después de que operadores y analistas imaginaran durante meses cómo y cuándo se llegaría a ese nivel histórico, muy pocos podían imaginar que ocurriría de esa manera.
Los funcionarios de la Bolsa Mercantil de Nueva York (NUYMEX), donde se negocian esos contratos, explicaron que se registró una compra de 10 contratos de petróleo a 99,90 dólares el barril y, casi a la vez, otra de un único contrato a 100 dólares.
Ambas eran órdenes de clientes comerciales (que compran contratos para llevárselos) y no de especuladores, explicó al diario The Wall Street Journal el presidente y director del NYMEX, James Newsome.
Concretamente, la ya famosa compra a cien dólares se realizó a través de un operador independiente que trabaja en el parqué, Richard Arens, quien tiene una correduría llamada ABS, según ese diario financiero.
Fadel Gheit, analista de la firma Oppenheimer, comentó con humor a The New York Times que ese operador "probablemente enmarcará el ticket (con el precio de 100 dólares) y lo venderá en eBay por 100.000 dólares", dado el carácter histórico de la operación.
Pese al atrevimiento de aquel inversor, tanto el Brent como el Texas acabaron ese día por debajo de cien, aunque en precios récord (97,84 y 99,62 dólares, respectivamente), mientras que el de la OPEP acabó a 90,06 dólares.
Al día siguiente, más de lo mismo: los inversores se negaban a superar la temida cota de los cien y en Nueva York se mantuvieron en su mayoría en un estrecho margen cerrando los contratos por encima de 99 y por debajo de 100.
Tan sólo unos cuantos operadores más osaron saltarse la barrera, de forma que fugazmente el petróleo llegó a cambiarse, por primera vez en su historia, a 100,09 dólares.
Aún así, el día se saldó con pérdidas para el crudo de Texas, que bajó 44 céntimos respecto a la primera sesión del año (hasta cerrar en 99,18 dólares), y para el Brent, que perdió 27 centavos (hasta los 97,60 dólares).
El único que despuntó fue el de la OPEP, que se basa en una cesta de tipos diferentes de petróleo, que acabó una vez más en el récord de 93,94 dólares.
A la tempestad siguió la calma y el viernes fue más bien de recogida de beneficios, de forma que esta primera semana del año acabó con nuevas caídas que dejaron el petróleo estadounidense en 97,91 dólares y el europeo en 96,79 dólares.
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