Este artículo se publicó hace 14 años.
El Senado aprueba la moción del PP que veta el burka
El Senado aprobó el miércoles, contra todo pronóstico, una moción presentada por el Partido Popular para prohibir el uso del velo integral islámico en todos los espacios públicos, según confirmó la Cámara Alta.
La moción se aprobó por 131 votos a favor y 129 en contra, gracias a los apoyos de Convergencia i Unió (CiU) y Unión del Pueblo Navarro (UPN), según confirmaron fuentes populares en el Senado.
Los socialistas habían anunciado previamente que todos los grupos parlamentarios, excepto el PP, habían firmado una enmienda de sustitución propuesta por el PSOE en la que se planteaba utilizar la legislación existente para luchar contra el uso del velo integral.
"Me sorprende (la aprobación) porque saben que es un debate falso. España, en la Unión Europea, es uno de los países que protegen la igualdad de la mujer con mayor fuerza jurídica y creo que debemos tener autoridad para imponer esa legislación que defiende un sistema de libertad y de igualdad de las mujeres", dijo la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Anna Terrón, en unas declaraciones realizadas desde Bruselas recogidas por la Cadena SER.
La aprobación de la moción, que no tiene carácter legislativo, va más allá de las medidas adoptadas en varios municipios catalanes y en Barcelona para prohibir el uso del burka y el nikab en las instalaciones municipales.
Barcelona se convirtió la semana pasada en la primera gran ciudad española en tomar esta iniciativa, que afecta también a cualquier elemento que impida la identificación personal, como cascos o pasamontañas, y se aplicará en instalaciones como mercados, bibliotecas o centros de servicios sociales. La prohibición en la Ciudad Condal se hará efectiva después del verano.
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se ha mostrado también partidario de limitar el uso del velo integral al considerar que atenta contra la dignidad del ser humano, aunque no está claro que se vaya incluir este tema en la futura ley de libertad religiosa que prepara su ministerio.
El uso de prendas que cubren el rostro ha generado un amplio debate en algunos países de Europa, sobre todo en Bélgica y Francia, naciones pioneras en legislar sobre el burka.
El Gobierno belga prohibió en abril el uso de esta prenda en lugares públicos, y Francia tiene previsto seguir sus pasos con el argumento de que es una indumentaria denigrante para la mujer, incluso aunque algunos expertos han advertido de que este tipo de prohibición podría violar la libertad religiosa.
En España hay 1,4 millones de musulmanes, según la Comisión Islámica, aunque el uso del burka o el nikab es muy minoritario.
Recientemente se ha producido una polémica por el cambio de instituto de una adolescente que acudía a clases con el pañuelo islámico, al prohibirlo el reglamento del centro madrileño donde estudiaba previamente.
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