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El Senado francés aprueba el voto de extranjeros en las elecciones locales

EFE

El Senado francés aprobó hoy el voto de los extranjeros en las elecciones locales, con el apoyo de la oposición de izquierdas y de los ecologistas, en una sesión en la que los partidos del Gobierno y de la oposición manifestaron sus profundas diferencias sobre la cuestión.

El texto fue aprobado con los votos a favor de 173 senadores y votaron en contra 166, del total de 339 que expresaron su voto en una larga sesión que terminó al filo de la medianoche.

Dada la imposibilidad de que la proposición prospere en lo que queda de legislatura, el texto deberá volver a ser examinado por la Asamblea Nacional, así que la aprobación de hoy no deja de tener un carácter testimonial de las posiciones de los partidos.

Doce años después de que la Asamblea Nacional aprobó el texto original, después de que la izquierda lograse por primera vez la mayoría en el Senado y a menos de seis meses de las próximas elecciones presidenciales, el debate se desarrolló en un ambiente de acusaciones cruzadas entre partidos, que se reprocharon utilizar el asunto con fines electoralistas.

Para defender la postura de los conservadores, tomó excepcionalmente la palabra en la cámara alta el primer ministro galo, François Fillon, quien abrió la sesión y aseguró que "la nacionalidad francesa (...) y la ciudadanía son indisociables".

"Del vínculo entre la nacionalidad y la ciudadanía deriva el de la nacionalidad y el derecho de voto", aseguró el jefe del Gobierno francés, quien estimó que otorgar derecho de voto a los extranjeros no comunitarios "socava los fundamentos" de la República francesa.

Fillon, que defendió "una nación de integración" frente a "una nación mosaico", preguntó a los senadores si creen que el derecho a votar supone automáticamente la integración de los extranjeros.

"¿Creen ustedes que los países que han ampliado el derecho de voto a los extranjeros han solucionado sus problemas de integración?", preguntó el primer ministro francés, que mencionó los casos de Holanda o Reino Unido.

Según Fillon, el hecho de que se acordase que los extranjeros de países se la Unión Europea (UE) puedan votar en Francia tiene carácter recíproco y responde a la voluntad de la "emergencia de una ciudadanía europea".

El líder del Partido Socialista (PS) en el Senado, François Rebsamen, atacó, a su vez, el discurso de Fillon y aseguró que el primer ministro "pone a la sociedad en tensión".

La ecologista Eva Joly señaló que le parece "fundamental" que los ciudadanos que no tienen nacionalidad francesa pero que viven junto a los franceses "desde hace, en algunos casos, treinta años, que tienen hijos franceses, que trabajan y que pagan impuestos" puedan "participar en las elecciones locales".

Mientras tanto, a las puertas de la cámara alta, la ultraderechista Marine Le Pen, cuyo partido, el Frente Nacional, no está representado en el Senado, se manifestó en contra de la ampliación del derecho de voto a los extranjeros no comunitarios.

A escasos metros de la candidata presidencial ultraconservadora, la asociación SOS Racismo se manifestó, en este caso, a favor de abrir el voto y posteriormente publicó un comunicado en ese sentido apoyado por el extenista Yannick Noah, la actriz y cantante Jane Birkin o el filósofo Bernard Henri Lévy.

Seún un sondeo publicado recientemente por el instituto demográfico BVA, el 61 por ciento de los franceses se dice favorable a la iniciativa aprobada por el Senado.

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