Este artículo se publicó hace 4 años.
Así será la desescalada en la treintena de pueblos ubicados en una provincia que no es la suya
La gestión de la pandemia vuelve a poner sobre la mesa la existencia de anomalías territoriales como los dieciséis enclaves incrustados geográficamente en una demarcación territorial y administrativamente en otra, y que ahora se coordinarán con la que les rodea para la desescalada
Zaragoza-Actualizado a
"Hay muchas cosas que no salen en el BOE. Hasta ahora las normas son concretas, pero siempre pasan cosas", explica Eduardo Aguilar, alcalde de Castielfabid y presidente de la Mancomunidad de Municipios Rincón de Ademuz, siete pueblos que administrativamente forman parte de la provincia de Valencia pero se encuentran geográficamente incrustados, "enclavados" sería el término jurídico, en la de Teruel. Su peculiar situación como enclave, algo que ocurre con 25 pueblos que suman 23.312 habitantes y que se reparten en 16 zonas distribuidas por todo el país, no había tenido un tratamiento específico desde la declaración del estado de alarma, aunque eso cambió este viernes.
La causa para que hayan comenzado a prestarles atención hay que buscarla en Condado de Treviño y Puebla de Arganzón, los dos municipios del enclave burgalés de Álava al que da nombre el primero de ellos y cuyo proceso de desescalada fue incluido por el PNV en el acuerdo con el Gobierno para apoyar el estado de alarma.
Su desconfinamiento se desarrollará con la de la provincia vasca y no con la castellanoleonesa, cuyas capitales se hallan, respectivamente, a quince y cien kilómetros, explica su alcalde, Enrique Barbadillo: "No tendría sentido hacerla con la provincia de pertenencia. Tenemos nuestra vida hecha en la provincia de Álava, hacemos allí más del 90% de las gestiones. Somos, desafortunadamente, una especie de isla rodeada de Álava por todas partes".
El modelo se hará extensivo a los otros quince enclaves que se reparten por la geografía española, según anunció el ministro de Sanidad, Salvador Illa: "Todos aquellos enclaves se regirán por la entidad territorial que les circunda", dijo, ya que la posibilidad de que puedan producirse nuevos brotes tiene más que ver con la geografía y la movilidad que con las divisiones administrativas.
Barbadillo coincide con Aguilar en que cuando se trata de municipios con una peculiaridad como la de los enclavados en otras provincias "está claro que cada uno tiene que sacarse las castañas del fuego". En el caso, de Treviño, lo han hecho mediante contactos con las dos diputaciones provinciales, las dos delegaciones del Gobierno, el Ministerio de Sanidad y el grupo parlamentario del PNV.
"A veces nos veíamos desbordados en el supermercado"
En el de Rincón de Ademuz, desde cuyos siete pueblos solo es posible llegar a la provincia administrativa de referencia por carreteras que cruzan Teruel y/o Cuenca (y varias de sus localidades), estaban esperando a que la Delegación del Gobierno en esa comunidad les transmitiera las instrucciones para iniciar la desescalada cuando Illa hizo el anuncio que cambiaba sus planes. "Les hemos escrito para que nos digan qué podemos hacer y qué no. Nosotros tenemos que hacer lo que se nos diga desde Valencia", añade.
Los pueblos de esos dos enclaves se encuentran incrustados en una provincia y una comunidad distinta de aquella a la que pertenecen administrativamente, algo tan frecuente que ocurre en dos de cada tres casos (17 de 25). Ocurre también en Torrejón del Rey, un pueblo de 5.400 habitantes enclavado en Madrid, uno de los pocos territorios que no pasarán este lunes a la Fase I de la desescalada, pero que forma parte administrativamente de Guadalajara, que sí accederá a ese tramo.
Su alcaldesa, Bárbara García, no tiene ninguna duda acerca de que la referencia es la provincia alcarreña. "Nuestro hospital está allí, hacemos las gestiones allí y para llegar en coche no hemos de atravesar ningún pueblo de Madrid", apunta.
Sin embargo, Torrejón del Rey comenzará a desconfinarse con Madrid y Rincón de Ademuz con Teruel, algo que tiene efectos distintos: el primero seguirá en Fase Cero cuando su provincia de referencia pasa a la I mientras el segundo pasa de pantalla cuando la suya no lo hace.
La movilidad entre ambos territorios ha sido frecuente durante el estado de alarma. Torrejón multiplicó por diez su población en los años de la burbuja, "pero los servicios no crecieron de manera proporcional. Solo hay un supermercado, al que también vienen a comprar vecinos de otros tres pueblos cercanos, de Madrid y de Guadalajara, y a veces nos hemos visto desbordados", explica García, algo que ha llevado a algunas familias a abastecerse en comercios de El Casar (Guadalajara) o de Torrejón de Ardoz (Madrid).
El policía que no entendía al vegano
Los desplazamientos también se han dado durante el confinamiento entre tres provincias y comunidades en torno al Rincón de Ademuz. "En Castielfabib no tenemos tienda, aunque sí la hay en Ademuz y Torrebaja", explica Aguilar, que anota cómo "el ayuntamiento organizó las compras para las personas mayores con los comercios de la zona". Eso incluía el reparto que efectuaba en esos pueblos administrativamente valencianos el supermercado de Caudete (Teruel) que gestiona una joven de El Cuervo (Cuenca); todo, en un puñado de kilómetros.
"Si hasta ahora ha sido posible, ¿Por qué no va a serlo a partir de ahora? No tendría sentido ni lógica y, en cualquier caso, nos lo tendrían que decir", plantea el alcalde.
No obstante, esa ubicación sí llegó a causarle problemas a un vecino vegano que, ante la imposibilidad de adquirir en el enclave algunos de los alimentos que consume de manera habitual, optó por ir a hacer una compra semanal a Teruel. Un agente de las fuerzas de seguridad que lo identificó durante el viaje pensó que ir a comprar lo que uno come cuando no come lo que todos no justificaba, en este caso, el desplazamiento, por lo que le levantó un acta de ‘ley mordaza’ con una propuesta de sanción de 600 euros.
En Torrejón el conflicto llegó, además de con la polémica prohibición de ir a los huertos mientras se permitía abastecerse en supermercados, con la relajación del confinamiento para hacer deporte y pasear, ya que se trata de un municipio de más de 5.000 habitantes pero repartidos en dos núcleos de algo más de 2.500 cada uno y separados por seis kilómetros. Al final se impuso el tamaño conjunto y tuvieron que aplicar las franjas horarias.
¿Cuál es el origen de los enclaves?
Estas anomalías administrativas, que han resistido a la agrupación de los municipios en provincias de mediados del siglo XIX, tienen su origen en acuerdos y conflictos de todo tipo, aunque lo más frecuente es que se trate de reminiscencias medievales, como la entrega del Condado de Treviño a la corona de Castilla por el rey Sancho de Navarra a finales del siglo XII dentro del acuerdo que ponía fin a una de sus guerras.
Petilla de Navarra, donde nació Santiago Ramón y Cajal, pertenece administrativamente a esa comunidad pese a estar geográficamente incrustado en la provincia de Zaragoza. El pueblo formó parte del reino de Aragón hasta principios del siglo XIII, cuando el reino navarro se hizo con él después de que el aragonés lo hubiera aportado como aval de un préstamo de 20.000 maravedíes que no llegó a devolver.
Los sirte pueblos que integran el Rincón de Ademuz, incorporado por Jaime I El Conquistador al reino de Valencia tras su conquista en la segunda mitad del siglo XIII, cambiaron de adscripción territorial en varias ocasiones hasta que, tras formar parte durante apenas un año entre 1822 y 1823 de la recién creada provincia de Teruel, fue adscrito a la de Valencia como enclave.
Otros cuatro municipios que agrupan a cerca de 9.000 vecinos tienen otra peculiaridad que tampoco ha tenido hasta ahora tratamiento específico en la aplicación del estado de alarma: su término municipal se extiende por dos provincias distintas.
Eso, ocurre por motivos urbanísticos en el caso de El Cuervo, cuyo desarrollo inmobiliario durante la burbuja llevó al casco urbano a saltar de Sevilla a Cádiz, y por causas históricas en otros como Los Peares, donde en el mismo punto que el Sil vierte al Miño confluyen cuatro municipios a caballo entre Ourense y Lugo.
En Puente de Montañana, atravesar el río Noguera Ribagorçana equivale desde el siglo XIII a pasar de Aragón a Catalunya sin cambiar de pueblo, mientras que en Ventorros de Balerma, la calle El Límite marca la linde entre Granada y Córdoba. Será el único de los cuatro donde los vecinos puedan verse desconcertados, ya que la primera de esas provincias sigue en la Fase Cero mientras la segunda pasa a la I.
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