Este artículo se publicó hace 17 años.
Serbia denuncia "presiones" de Occidente para que renuncie a Kosovo
El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, denunció hoy "presiones" occidentales sobre Serbia para que renuncie a Kosovo, provincia poblada por una mayoría de albaneses que reclaman la independencia.
"Últimamente, Serbia se ve expuesta a diario a tales presiones exteriores y a amenazas abiertas, que ya se han convertido en violencia contra este país y sus ciudadanos y a la que debemos encontrar una respuesta correcta", declaró Kostunica a la agencia de noticias "Tanjug".
Kostunica dice que se exige a Serbia que renuncie de forma voluntaria a su provincia y sea así "el cómplice de Occidente en la desmembración de su propio país y la edificación de un Estado albanés".
"Ahora se decide si Serbia cede a esa violencia y se convierte en el primer país en Europa, después del humillante acuerdo de Munich, al que las potencias occidentales han arrebatado territorio", dijo el primer ministro.
Kostunica rechazó "todas esas presiones, amenazas y eventuales premios" e insistió en que la postura de Serbia, que se opone a la independencia de su provincia, tiene el apoyo en el derecho internacional y la Carta de la ONU sobre la inviolabilidad de las fronteras.
"Simplemente, la independencia unilateral no existe y no existirá nunca", afirmó.
La última fase de negociaciones entre serbios y albaneses sobre el futuro estatuto de Kosovo, bajo mediación de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia, concluye el próximo 10 de diciembre.
En esa fecha, la "troika" mediadora presentará al secretario general de la ONU un informe sobre los resultados del proceso negociador, que hasta ahora no ha logrado acercar las posiciones.
Una última ronda de negociaciones directas se celebrará del 26 al 28 de noviembre próximo en Baden (Austria).
Serbia ofrece a Kosovo una autonomía máxima y propone como modelos a Hong Kong, como "un Estado, dos sistemas", o de las islas finlandesas de Aaland, pobladas por suecos.
Ambas propuestas han sido rechazadas por los albano-kosovares, que ven la independencia como la única solución.
Los líderes albaneses dejaron claro que proclamarán de forma unilateral de la independencia de Kosovo después del 10 de diciembre.
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