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Sevilla tiene un color "cool"

Más allá de los tópicos y las coordenadas turísticas clásicas de la capital hispalense late otra ciudad vivaracha y sofisticada que marca tendencias, un meollo de propuestas diversas que se dejan descubrir al comp&aacute

DAVID REVELLES

Bajo el amparo del majestuoso perfil de la Giralda, la capital hispalense se deja descubrir engalanada por un sinfín de ropajes: coqueta cuando se callejea por el barrio de Santa Cruz, jaranera en Triana o plácida junto al curso del Guadalquivir. Pero en ese mosaico de caminos diversos para descubrir Sevilla falta una tesela que, cada vez más y en mayor número, atrae sin remedio a aquellos visitantes que se empecinan en trascender los tópicos del flamenco, los toros y los trajes de topos para adentrarse en una Sevilla moderna y hedonista.

Arde Sevilla bajo la canícula estival, por lo que la espera para que la noche traiga cosida algo de fresco y olor a jazmín se hace inevitable. De paso, se gana algo de tiempo para que el ocaso sevillano obre el milagro y trasmute algunos de sus escenarios clásicos en laboratorios de tendencias y diseño, punto de encuentro de autóctonos y foráneos ávidos de nuevos horizontes. En este sentido, a tenor de la apasionada vehemencia con la que todo el mundo habla de él -'No te puedes perder su terraza', es la frase más repetida-, si hay un punto de arranque imprescindible para pulsar la Sevilla más cool ése es el EME Catedralhotel.




No se equivocan. Desde su inauguración en 2008, este hotel emplazado a un paso de la Catedral ha roto moldes en Sevilla al convertirse en un referente para todos los apasionados de las últimas tendencias del diseño gracias a su propuesta rabiosamente moderna. Un enclave ineludible de esta coordenada ya clásica de la beatiful people local es su terraza al atardecer. Es entonces cuando su barra de alabastro se ilumina y enmarca una maravillosa vista de la Giralda mientras el camarero no cesa de servir mojitos al ritmo de música Chill Out.

Por supuesto, otro escenario cool de la capital es, junto a la recientemente renovada Alameda de Hércules, Aire de Sevilla, un nuevo concepto de hamman que deja la piel y el espíritu como nuevos, con sus piscinas y salas arabescas. Y es que este antiguo baño árabe es el mejor destino para quienes no quieren perderse el lujo de flotar entre el silencio en pleno centro de Sevilla.

Tapas de vanguardia
Ir de compras por los iconos de la moda y el diseño es otra de las señas de identidad de la nueva Sevilla, una percha a la que se enganchan cada vez más visitantes. Porque, más allá de las castañuelas y los abanicos, la capital hispalense agasaja a los fashion victims con todo tipo de sugerentes propuestas, desde La Pitusa, una tienda muy naïf repleta de marcas exclusivas, Hameväki, donde el diseño escandinavo más innovador es ley, hasta, por supuesto, la tienda vintage de Vittorio y Lucchino, paradigma del estilo sevillano reinterpretado.

Aunque para evidencia de hasta qué punto la modernidad se ha instalado en Sevilla, nada como comprobar la codificación de rutinas locales tan sacrosantas como el tapeo. Para comprobarlo saboreando las tapas más vanguardistas de la ciudad lo mejor es acercarse al barrio de Santa Cruz, para ser exactos a Carmela, un enclave dónde disfrutar de las propuestas de siempre, pero dónde los sabores, definitivamente, son distintos. Calabacín relleno de arroz y soja, unas berenjenas con fritada de tomate, un lomo a la naranja... Lo dicho, clásicos con envoltorio de vanguardia, deliciosa metáfora de la Sevilla más sofisticada.


Hotel EMELa Casa del MaestroAmadeus


SantosCarmelaLaredoAl Aljibe


Aire de Sevilla

www.sevilla.org

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