Este artículo se publicó hace 15 años.
Sierra i Fabra, un abuelo ácrata y descreído con la historia de España
Jordi Sierra i Fabra se mete en la piel de un abuelo ácrata, descreído y mordaz para narrar seis siglos de historia de España en "Las guerras de Diego", una novela tan tierna como "dura", nada complaciente y "con muchas lecturas".
"Las guerras de Diego" (Siruela) bien podría servir, según cuenta su autor en una entrevista con Efe, como libro "de debate" en las escuelas, donde a los chicos se les trata de enseñar la historia con "tochos" aburridos, mientras que su novela muestra seis siglos de historia de España de forma amena gracias al diálogo entre Diego y su abuelo.
El catalán Sierra i Fabra, que con este libro rompió su tradición de no escribir por encargo, admite que el abuelo de Diego tiene mucho de él mismo y, sobre todo, de su carga ideológica de izquierdas, y trata de reflejar, por boca del anciano, lo "estúpido" de todas las guerras y su origen siempre interesado.
"Los errores se van repitiendo siglo por siglo", asegura el escritor, quien define el libro de "valiente" y "muy crítico" con la historia española, llena -dice- "de cagadas", y en el que se muestra la relación entre las guerras antiguas y las actuales, todas ellas unidas por los lazos de los intereses.
Frente a su padre, que murió "lleno de miedos" y sin contarle nunca nada sobre la guerra, Sierra i Fabra ha querido en su nueva novela contarle a sus dos pequeños nietos todo sobre las guerras, y reconoce que este trabajo "de orfebrería" le ha costado dos años de "empollar", porque -dice- "yo no soy licenciado en nada".
El elemento de dureza de la historia lo introduce el descubrimiento por parte de Diego del cáncer de próstata que padece su abuelo, un "ingrediente más" de angustia del pequeño que se une a la lejanía de un padre militar enrolado en una misión de paz en un país de Oriente.
Para el escritor, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 007 con "Kafka y la muñeca viajera" y recientemente nombrado candidato por España -por segunda vez- al Premio Hans Christian Andersen, las misiones de paz son necesarias, "pero el problema es por qué se originan las guerras".
"Ahora mismo hay paz en España, pero vivimos en un mundo en constante estado bélico", indica Sierra i Fabra, quien considera que el tópico del abuelo narrando batallitas a sus nietos "es el más hermoso y realista que hay".
Entre los mensajes más tiernos del libro se encuentra uno que el escritor siempre traslada a los jóvenes cuando da charlas en colegios: "escuchad a vuestros abuelos; son enciclopedias con patas, y cuando se muere un viejo, se muere una parte única e irrepetible de la historia".
Sierra i Fabra es el escritor español en activo con más libros publicados (340), aunque asegura que su personal "estilo" hace que, "afortunadamente", no se pueda pensar en la ayuda de "negros" para tan prolífica carrera: "mi estilo es tan claro que cuando alguien lee un libro mío sabe que es un Sierra i Fabra".
Para este escritor su sueño sería "morir escribiendo con 95 años", aunque reconoce que eso sólo merecerá la pena si llena pleno de salud a esa edad, no echa de menos la jubilación y se vanagloria de que los jóvenes le adoren.
Parte de esa simpatía que la juventud siente hacia el escritor seguro que le viene de algunas explicaciones que, en sus charlas como autor, les ofrece, en las que relaciona la literatura con el sexo y les dice a los chavales que escribir "es el orgasmo continuo y leer un libro es como hacer el amor: estás a solas el libro y tú, interactuando".
No obstante, su reto más inmediato es que en 2010 le otorguen el Premio Andersen, cuya candidatura le comunicaron el pasado viernes, y no se quede en puertas como en 2005, aunque admite que "es difícil" porque los anglosajones son "muy suyos y no quieren saber nada de españoles", si bien piensa que "uno de nuestra generación nos mereceríamos ese premio".
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