Siete personas, entre ellas una adolescente, murieron el lunes tras derrumbarse un edificio en Palma de Mallorca por causas desconocidas, según confirmaron portavoces del Ayuntamiento.

"Se ha encontrado siete cadáveres entre los escombros, de cuatro hombres y tres mujeres, una de ellas menor de edad", dijo una portavoz municipal que se encontraba en el lugar del derrumbe.

El edificio, sito en la calle Rodríguez de Arias de la capital mallorquina, se desplomó cerca de la medianoche de forma súbita, según testimonios de testigos en los medios.

"Cayó a plomo. Vi una nube de polvo", dijo una vecina que a esa hora paseaba con su perro por el barrio en declaraciones recogidas por los medios.

Los técnicos del Ayuntamiento seguían investigaban la causa del colapso tras descartarse una explosión de gas como primera hipótesis.

La alcaldesa de Palma de Mallorca, Aina Calvo, negó que hubiera ninguna denuncia sobre la situación del inmueble, a pesar de las declaraciones de algunos vecinos.

"No consta ninguna denuncia ni anomalía", declaró en Radio Nacional de España.

Además explicó que se descarta inicialmente que el derrumbe se debiera a una explosión, ya que la parte del edificio que ha quedado en pie en las de las cocinas, por donde circulan las tuberías.

Desde una asociación de vecinos se denunciaba el mal estado de muchos edificios de la capital balear.

"Muchos edificios de Palma están que se caen", dijo un representante vecinal en RNE. "Esperemos que esta tragedia abra los ojos de los políticos y se revisen los edificios viejos o en ruina".

Además de los muertos, de edades entre los 15 y los 60 años y entre los que habría dos alemanes y dos colombianos, según la alcaldesa, al menos cuatro personas resultaron heridas.

El Ayuntamiento indicó que en el edificio, que tenía 50 años de antigüedad, había empadronadas ocho personas.

Los técnicos de urbanismo evaluaban el estado de estas viviendas y de tres edificios colindantes, de los que se han evacuado unas 20 personas, concretó la portavoz del Ayuntamiento.

Los técnicos del consistorio de la capital mallorquina han decidido derribar la parte de edificio siniestrado que no se derrumbó por razones de seguridad.