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Los sindicatos amenazan con una huelga general sin convocarla

Reuters

Tras las medidas de austeridad en el gasto público anunciadas el miércoles por el Gobierno, los dos sindicatos mayoritarios españoles amenazaron con un paro general aunque especificaron que no lo van a convocar todavía por su sentimiento de "responsabilidad" ante la gravedad de la crisis.

En una reunión de urgencia con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tanto el máximo dirigente de Comisiones Obreras (CCOO) como el de Unión General de Trabajadores (UGT) manifestaron su "disconformidad absoluta" con unos ajustes que, en opinión del el máximo dirigente de CCOO "son demoledores para el crecimiento y el empleo" y podrían acabar en la convocatoria de una huelga general.

"Las organizaciones de ambos sindicatos están poniendo en marcha procesos de movilización (...) que pueden derivar en la movilización de un paro general en fechas próximas", dijo Ignacio Fernández Toxo, líder de CCOO, en una comparecencia en La Moncloa tras la reunión con Zapatero.

No obstante, ambos líderes matizaron esta posibilidad, destacando su "responsabilidad y compromiso con el país" ante la difícil situación de la economía española, que apenas ha comenzado a mostrar crecimiento en su PIB y arrastra una tasa de paro del 20 por ciento.

"Hubiera sido irresponsable por nuestra parte habernos echado por la vía del medio a la convocatoria de huelga general y cubrir el expediente y colaborar más al deterioro económico en el país, aparte de hacerle el juego a alguien que pudiera interesarle", agregó.

"Lejos de precipitaciones, haremos las reflexiones que corresponden (...) yo no descarto ningún escenario", dijo Toxo.

Los sindicatos, que la víspera advirtieron de la posibilidad de movilizaciones en contra del plan de ahorro que congelará las pensiones y reducirá los sueldos de los funcionarios, anunciaron este mismo jueves una propuesta de huelga en el sector público para el 2 de junio.

Zapatero se comprometió a aclararles todos los detalles del plan de ajuste antes de su aprobación en el Consejo de Ministros de la próxima semana, según un comunicado de presidencia del Gobierno.

"Rodríguez Zapatero escuchó con atención los argumentos discrepantes de los dos dirigentes sindicales con las medidas de ajuste diseñadas por el Gobierno y expresó su respeto hacia sus posiciones y las decisiones que adopten", añadió.

El jefe del Ejecutivo se reunió posteriormente con el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, quien apoyó las medidas.

"(El ajuste) no tiene por qué poner patas arriba el diálogo social, sino darle un mayor impulso", dijo el presidente de la CEOE en su rueda de prensa tras el encuentro.

MÁS PARO Y MENOS RECUPERACIÓN

Los líderes sindicales vincularon los recortes en el gasto público anunciados por Zapatero con un posible aumento del paro y con el alejamiento de la recuperación económica.

"Si se reduce la capacidad de compra de muchos pensionistas y funcionarios, que en bastantes casos puede ser una de las fuentes de ingresos de familias en paro, ¿qué duda cabe de que las posibilidades de la recuperación se alejan y se puede conseguir el efecto contrario?", dijo Cándido Méndez, secretario general de Unión General de Trabajadores (UGT).

Para Méndez, el recorte "lamentablemente va a aumentar el nivel de desempleo porque se va a retrasar la recuperación de la economía".

Por otra parte, el secretario de Estado de Economía dijo el jueves que el ajuste fiscal podría recortar el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en los próximos años.

"En términos cuantitativos, para este año probablemente no, pero para los años siguientes, en particular para el año siguiente (2011) se pueden ver afectadas (las previsiones de crecimiento) por algunas décimas como resultado de estas medidas excepcionales que se han tomado esta semana", dijo José Manuel Campa en una comparecencia en el Senado.

Zapatero dijo que esas medidas recortarían algunas décimas el crecimiento de 2011, inicialmente previsto el 1,8 por ciento. La previsión para el PIB de este año es del -0,3 por ciento, mientras que para 2012 es de un crecimiento del 2,9 por ciento y para 2013, del 3,1 por ciento.

NO AL "DECRETAZO" EN REFORMA LABORAL

En un momento de máxima alerta para la reforma laboral que están negociando en estos momentos sindicatos y empresarios, los representantes de los trabajadores se mostraron todavía confiados en soluciones consensuadas, pero reiteraron que los ajustes previstos dañan la confianza en el Gobierno.

"Más allá del daño material, hay un daño a la confianza que se ha de establecer entre el Gobierno y aquellas organizaciones que representan partes de la sociedad con las que el Gobierno negocia", dijo Fernández Toxo.

"Ni antes de ayer estábamos al 99 por ciento de posibilidades de un acuerdo ni ahora estamos en las proximidades de un decretazo en materia de reforma laboral, al menos no nos sentimos en esta situación", dijo Toxo.

Méndez, por su parte, afirmó que "mantenemos la misma predisposición favorable a un acuerdo, lo que ha ocurrido ayer no altera el contenido sustancial de las propuestas sindicales".

Díaz Ferrán mostró su "firme propósito y mayor interés" para alcanzar un acuerdo para la reforma laboral.

"Tanto si hay acuerdo como si no, no debemos pasar de final de este mes", señaló, recordando el plazo que se ha marcado.

Zapartero coincidió con Toxo y Méndez en la necesidad de impulsar y acelerar al máximo el diálogo social para alcanzar pronto un acuerdo que tenga efectos positivos en la economía española y, fundamentalmente, en la generación de empleo, señalaron desde Moncloa.

Adicionalmente, los sindicatos criticaron la congelación prevista de las pensiones y las dificultades impuestas al cálculo de las pensiones y a el retiro anticipado, señalando que las medidas son "un golpe" al Pacto de Toledo.

(Información de Andrés González y Feliciano Tisera, escrito por Feliciano Tisera; editado por Teresa Larraz)

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