Los principales sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía se han mostrado de acuerdo en que tienen que imperar los criterios técnicos y profesionales sobre los políticos en las decisiones que tengan que adoptar los efectivos desplegados en la Puerta del Sol con motivo del aniversario del 15M.

Es una de las peticiones que han expresado a Efe los secretarios generales del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Manuel Sánchez Fornet; de la Confederación Española de Policía (CEP), Ignacio López; y el de el Sindicato Profesional de Policía (SPP), José Ángel Fuentes Gago ante el operativo policial que el Ministerio del Interior ha diseñado este fin de semana para Madrid.

Más de un millar de efectivos se desplegarán en la Puerta del Sol y sus alrededores para garantizar la seguridad en las concentraciones que van a celebrar estos días y velar por que las protestas no se prolongue más allá del horario autorizado y no se produzcan acampadas.

Así han explicado a Efe su posición los responsables de los sindicatos policiales:

1.- ¿Cómo cree que debe ser el dispositivo policial de cara a los actos del primer aniversario del 15-M?

Fornet (SUP): Tiene que ser un dispositivo preventivo, que garantice la seguridad de los concentrados, sin alteraciones que atenten contra ciudadanos, manifestantes y bienes públicos o privados.

Mientras la concentración se celebre legalmente los policías deberíamos tener una presencia mínima y testimonial, y solo evitar las provocaciones de los grupúsculos violentos minoritarios.

Para este fin de semana hay un número muy importante de policías y eso, en contra de lo que pueda parecer, es una garantía de que se puede resolver cualquier incidente con menor uso de fuerza.

López (CEP): El dispositivo debe ajustarse a la protección del derecho de manifestación y al de la defensa del derecho de los ciudadanos a transitar libremente. Bajo estos pilares, la Policía tiene que ajustar la dimensión del despliegue, su número de efectivos, a las previsiones que haya, por el número de asistentes y ante la posible existencia de elementos radicales que pretendan provocar altercados.

Fuentes Gago (SPP): Debe ser un dispositivo que permita conjugar la defensa del derecho de reunión de los manifestantes, con el derecho a la libre circulación del resto de los ciudadanos y que garantice el cumplimiento de la legislación vigente.

2.- ¿Qué es lo que falló, si es que falló algo el año pasado? ¿Qué es lo que no se debería repetir de aquella experiencia?

SUP: En general hubo un comportamiento ejemplar de la inmensa mayoría de manifestantes del 15M y de los policías. Durante los días que estuvieron en la Puerta del Sol hubo pocos incidentes, si bien la acampada se alargó demasiado y eso no es razonable. Las conductas individuales de manifestantes y algún acto poco profesional de algún policía son anécdotas que no deben ser tenidas en cuenta en el conjunto de los acontecimientos.

CEP: El año pasado no falló el dispositivo policial sino las instrucciones impartidas por la autoridad política, en aquel caso la Delegación del Gobierno. El grado de permisividad mostrado alteró el normal transcurrir de la vida de los ciudadanos y se trasladó a los sectores que se movilizaron que podían actuar con 'barra libre'.

La Policía no pudo evitar que se produjesen concentraciones y manifestaciones ilegales por esa pasividad política. En este sentido, la conveniencia política siempre resulta incompatible con la aplicación de la ley en materia de orden público.

SPP: La injerencia del poder político sobre los criterios técnicos de seguridad establecidos por la policía provoca unas disfunciones que pueden desembocar en la toma de decisiones incorrectas con resultados imprevisibles. El criterio técnico de seguridad debería ser el único a tener en cuenta para que el cumplimiento de la ley se garantice durante cualquier intervención.

3.- ¿Qué opina de las futuras reformas legales que plantea el Gobierno para castigar las conductas violentas en la calle, e incluso la resistencia pasiva?

SUP: Inútiles, innecesarias, y abusivas. Hay que hablar más, combatir la corrupción y las desigualdades y usar menos a la Policía y al Código Penal. Así no se resuelven los problemas en democracia, se agravan.

CEP: Estas reformas servirán para poner fin a un incremento constante, detectado desde 2004, en el número de procedimientos judiciales incoados por agresiones a policías y serán positivas en la lucha contra las algaradas callejeras. El escaso reproche penal sobre este tipo de comportamientos violentos perjudica la eficacia de la Policía.

SPP: Parece algo aventurado un pronunciamiento en tanto en cuanto no haya sido publicado el texto en una fase más avanzada. No obstante, esta reforma ha de permitir conjugar de una forma más equitativa todos los derechos ciudadanos y permitir a la Policía hacer su trabajo en las mejores condiciones para defender los derechos y libertades ciudadanas.