Este artículo se publicó hace 12 años.
Sisi se va tras arrimar su hombro y el futuro económico se aclara en Primera
El día después del ascenso amaneció más despejado para el Real Valladolid, ya que el entrenador, Miroslav Djukic, ha asegurado que se queda y los problemas financieros se verán aliviados en Primera, aunque se echará de menos al jugador estandarte de este ascenso, Sisi, que arrimó su hombro lesionado hasta el final pero que la próxima temporada jugará en Osasuna.
A Sisi se le ha salido el hombro derecho hasta cuatro veces tras lesionarse precisamente en el partido de liga ante el Alcorcón en Zorrilla, disputado el pasado mes de enero.
El jugador manchego ha ido demorando la inevitable intervención quirúrgica para ayudar al equipo hasta el final, lo que le ha convertido en un héroe para los aficionados.
La comunión entre afición y club, motivada por un ascenso que va a "calmar" la precaria economía, se ve reflejada además de en Sisi o en el goleador Javi Guerra en la valoración de todos al meritorio trabajo del cuerpo técnico, encabezado por el serbio Miroslav Djukic.
Afortunadamente anoche, el entrenador puso fin a los rumores y confirmó su continuidad para la próxima temporada así que, en principio, respetará su contrato por tres años.
La continuidad de Djukic y el alivio económico que supone estar en Primera División son las mejores noticias para un club vallisoletano cuyos jugadores han estado varios meses sin cobrar durante la temporada. Pese a ello, nunca se rompió la armonía del grupo.
Así pues, pese a estar en concurso de acreedores, los ingresos por los derechos televisivos en Primera División serán un balón de oxigeno para cuadrar los presupuestos.
Respecto a la cuestión meramente deportiva, el club tiene la plantilla bastante perfilada para el próximo año, ya que en esta temporada no se había recurrido a la política de jugadores cedidos y del equipo titular solamente Sisi y Nauzet se marcharán, el resto podrían continuar.
Y es que el último descenso, en mayo de 2010, dejó al equipo prácticamente desnudo porque aquella plantilla se había "alimentado" de jugadores que no dieron el rendimiento esperado así que la mayoría acabaron marchándose al final de la temporada.
Sin embargo, el Real Valladolid va a regresar a la Liga de las Estrellas con una base firme y un vestuario en el que se respira un ambiente notable de compañerismo y de solidaridad, otra de las claves del ascenso.
"Adiós, a Segunda, adiós" y "Pucela es de Primera", cantaban anoche los seguidores del equipo vallisoletano cuando se iniciaron los festejos en Zorrilla. Una fiesta cuyo antecedente más inmediato en el estadio se remonta a la celebración por la clasificación para la Copa de la UEFA en la temporada 1996-1997, de la mano del técnico chileno Vicente Cantatore. Las dos ultimas alegrías se habían concretado todas ellas fuera de casa.
Así las cosas, ahora sólo falta esperar a que los buenos augurios se cumplan, que el verano sirva para planificar un equipo de garantías y que la afición se enganche en mayor medida para que el Real Valladolid vuelva a ser ese equipo consolidado en Primera División. José Anselmo Moreno
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