El escritor chileno Antonio Skármeta confesó hoy su admiración por el movimiento estudiantil que exige reformas educativas en su país y por una de sus líderes, Camila Vallejo, a la que le dedicó unos versos.

"No soy poeta ni son poemas, sino palabras de afecto para Camila", "una chica que vive en el sur, en el sur de todo sur posible, en un país que se llama Chile, que a veces duerme, que a veces vive", señaló.

En una entrevista con Efe en la XXV edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), Skármeta (Antofagasta, 1940) celebró la "alegría inmensa" por la concesión del Premio Cervantes 2011 al poeta chileno Nicanor Parra.

"Es un poeta que optó por un camino lúcido, agresivo, encantador, que privilegió la inteligencia del humor sobre otros aspectos", comentó Skármeta, quien le considera un autor "inteligente, claro y lleno de humor" cuya obra "busca la naturalidad" por encima de lo artificioso.

"He sobrevivido toda mi vida en la sombra y en la luz de la poesía de Nicanor Parra, un creador genial, original, que le ha sacado resplandores nuevos al idioma español, de una manera muy mestiza, irónica y lúcida", dijo a Efe un exultante Antonio Skármeta, que hoy es uno de los protagonistas de la FIL.

Para el novelista chileno, el Cervantes "le hace justicia a una empresa de una envergadura notable", como es la de Nicanor Parra.

Su poesía "tiene muchas facetas, muchos rostros, no se puede tipificar solamente con la antipoesía. La poesía anterior que escribió tiene muchos elementos de una serena, estoica sentimentalidad.

A propósito del movimiento estudiantil chileno, el también autor de "Ardiente paciencia" (1985), su obra más famosa, que luego se llamaría "El cartero de Neruda", Skármeta dijo que había puesto "contra las cuerdas" al Gobierno chileno.

"Estos jóvenes le están poniendo la agenda a los políticos, les cambiaron la agenda, la modificaron. Cambiaron el clima emocional del país. Pase lo que pase airearon, sacaron a la luz los conflictos", añadió.

Para Skármeta, el movimiento es "muy bello, muy hermoso", y "tiene toda la razón", porque, para la inmensa mayoría de los jóvenes en Chile, para estudiar es necesario pedir créditos que "están siendo otorgados a intereses usurarios", lo que les obliga a pasar años como profesionales pagando por su formación.

"La Constitución chilena dice que la educación debe ser pública y gratuita. Estalló durante la dictadura de Pinochet (1973-1990) el negocio más pavoroso de las universidades privadas con fines de lucro, y los jóvenes dijeron ¡basta!", apuntó.

Según el escritor, han logrado "insuflarle ideas nuevas" a los políticos de su país y está convencido de que "los estudiantes van a ganar algo", no todo "su programa utópico completo", pero hay cosas realizables".

Su expectativa es que, desde "un concepto más humanista de la vida", los jóvenes chilenos aprovechen la oportunidad de no quedar reducidos únicamente a una condición de "productores" y "consumidores de riqueza".

En concreto, dijo desear que "estos movimientos entren en la institucionalidad" sin ser aplastados por la burocracia de los organismos ya constituidos en la democracia.

La postura la hizo extensiva a otros países de América Latina, que en su opinión "pueden darse el lujo de evolucionar, cambiar, ser mejores, dentro de los cauces democráticos que costó muchísimo conseguir".

Finalmente, Skármeta confesó su admiración por Camila Vallejo, y compartió con Efe unas "palabras de afecto" a ella que, con modestia, no quiere llamar versos: "Camila/ Qué será de ti/ Hace dos años eras niña/ Hoy todos te admiran/ Camila/ Qué manera de vivir/ Blue jeans gastados/ Argolla en la nariz de Chile", dijo.

Mañana tiene previsto presentar su novela, que este año obtuvo el Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casa de América, en el marco de la FIL, la mayor feria del libro del panorama de las letras en español, que este año tiene a Alemania como país invitado de honor.