Este artículo se publicó hace 16 años.
Los socialistas franceses revisan los resultados de su consulta
El atribulado Partido Socialista francés inició el lunes una revisión de los resultados de sus elecciones para elegir un líder en un intento por detener el caos producido por la estrecha victoria de Martine Aubry sobre Ségolène Royal.
Responsables del partido dijeron el sábado que Aubry, la mujer que estuvo detrás de la aprobación de la semana laboral de 35 horas, batió a Royal, la candidata socialista en las elecciones presidenciales del año pasado, por 0,04 puntos porcentuales ó 42 votos.
Royal discrepa del resultado y quiere una nueva votación, y las facciones en discordia están a punto de querellarse y se acusan mutuamente de fraude y difamación.
Las luchas internas han paralizado a los socialistas como fuerza de oposición al presidente, Nicolas Sarkozy desde que derrotó a Royal en mayo de 2007 y la acritud ha alcanzado un nuevo tono desde la dudosa votación.
El partido ahora se enfrenta al riesgo de una escisión o de convertirse en una completamente ingobernable y tambaleante entre crisis y crisis, incapaz de formar un desafío creíble a Sarkozy para las elecciones presidenciales de 2012.
Una comisión de dirigentes del partido, incluidos tres representantes de cada una de las facciones de Royal y de Aubry, comenzaron el lunes a revisar los resultados de la votación del viernes. Después entregarán sus conclusiones al organismo de gobierno del partido, que el martes debe decidir si el resultado es válido o no.
"Me gustaría que la comisión dijera (...) si es necesaria una nueva votación, bien porque las cifras no están claras, o porque alguna información no está disponible, o porque el resultado es demasiado ajustado", declaró Royal el lunes a la radio France Inter.
Royal prometió aceptar el resultado, incluso aunque sea declarada perdedora, pero sólo si las informaciones sobre irregularidades en algunos centros de votación se investigan completamente y la diferencia entre ella y Aubry es lo bastante amplia. Declinó decir qué consideraría un margen amplio.
Aubry, hija del ex presidente de la Comisión Europea Jacques Delors, ha exigido una victoria categórica y ha pedido a los miembros del partido que dejen atrás sus diferencias y se unan a su causa.
Los partidarios de base de Royal la consideran una fuerza para la renovación capaz de entusiasmar a las masas, mientras que sus detractores la acusan de falta de profundidad y de consistencia. A Aubry la respaldan los pesos pesados y veteranos del partido.
Los socialistas han perdido las tres últimas elecciones presidenciales, dos ante Jacques Chirac y otra ante Sarkozy. El partido ha estado asediado por las divisiones desde el fallecimiento de su líder indiscutible François Mitterrand en 1996.
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