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Los socios de EE.UU. en el G7 celebran el multimillonario plan de rescate de Washington

EFE

El G7 dio hoy el visto bueno a los pasos "extraordinarios" dados por EE.UU. para capear el temporal financiero y se comprometió a adoptar las medidas necesarias para luchar contra una crisis que amenaza la estabilidad mundial.

La declaración del G7 llega después de una semana de vértigo en los mercados globales que comenzó con la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers y acabó con el anuncio de que la Casa Blanca busca la aprobación de uno de los mayores paquetes de rescate financieros de la historia.

"Estamos listos para adoptar cualquier medida necesaria (...) para asegurar la estabilidad del sistema financiero internacional", dijeron los ministros de Finanzas y gobernadores centrales del G7 en un comunicado divulgado por el Departamento del Tesoro de EE.UU. luego de la conferencia telefónica mantenida hoy por los miembros del grupo.

"Damos una enérgica bienvenida a las medidas extraordinarias adoptadas por EE.UU. para mejorar la estabilidad de los mercados (...) sobre todo al plan para eliminar activos no líquidos que desestabilizan a las instituciones financieras", dice el comunicado.

El Congreso estadounidense se prepara para dar luz verde esta semana a un plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares que el Gobierno utilizará para adquirir los activos "tóxicos" en poder de las instituciones financieras.

El secretario del Tesoro de EE.UU., Henry Paulson, recomendó el domingo "enérgicamente" a otros países seguir los pasos de Washington.

Pero ninguno de los socios de EE.UU. en el G7 (Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) dio señales hoy de estar preparado para adoptar paquetes de rescate similares.

"En estos momentos no creo que Japón necesite lanzar un programa parecido al de Estados Unidos", dijo el viceministro de Finanzas nipón, Kazuyuki Sugimoto, en rueda de prensa.

"No será necesaria una medida como la adoptada en EE.UU.", dijo Ulrich Wilhelm, portavoz oficial del Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, en rueda de prensa.

Desde Ottawa el primer ministro canadiense, Stephen Harper, afirmó que "Canadá ha sido una isla de estabilidad en este periodo", a lo que añadió que el sistema financiero de su país "es mucho más fuerte".

"No existe preocupación sobre la solidez de los bancos franceses", indicó, por su parte, la responsable de Economía francesa, Christine Lagarde.

Peer Steinbrück, ministro de Economía alemán, manifestó que, en general, todos los socios del G7, que se reunirán en Washington el próximo 10 de octubre, coinciden en que no es necesario seguir los pasos de Estados Unidos.

Menos categóricos fueron los expertos consultados por Efe, quienes alertan de que más de un país podría acabar siguiendo el ejemplo de Washington.

David Wyss, economista jefe de la firma de calificación de riesgo Standard & Poor's, considera que uno de los países del G7 que podría necesitar un paquete de rescate es Italia.

El experto también cree que el Reino Unido se verá muy afectado, aunque no piensa que Londres tenga que recurrir a un rescate.

"Temo que hay más problemas internacionales de los que la gente piensa y me preocupa el que nos estemos concentrando exclusivamente en EE.UU.", dijo a Efe Wyss.

"Tenemos burbujas inmobiliarias en todas las grandes economías mundiales y eso es algo que hay que arreglar", añadió.

Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional, dijo a Efe, que se avecina una recesión global, que causará problemas adicionales en Asia, Europa y América Latina.

En su opinión, aparte de EE.UU., el país que más sufrirá a raíz de esta crisis dentro del G7 será Gran Bretaña.

El experto alertó que fuera del Grupo de los Siete, los más perjudicados serán Irlanda y España debido a las enormes burbujas hipotecarias que se formaron en ambos países en los últimos años.

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