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Soderling y González buscan un puesto en la final de París

EFE

El sueco Robin Soderling, destructor del español Rafael Nadal, fastidió el 28 cumpleaños del ruso Nikolay Davydenko para alcanzar las semifinales de Roland Garros, ronda que se ganó también por derecho propio, imponiendo su sensacional derecha, el chileno Fernando González.

Las dos mejores derechas del circuito, las de Soderling y González, frente a frente en semifinales París. El sueco se impuso al ruso Davydenko, semifinalista en 2005 y 2007, por 6-1, 6-3 y 6-5 en 101 minutos, mientras que González apabulló a Murray, tres del mundo, con 45 golpes ganadores, por 6-3, 3-6, 6-0 y 6-4, en dos horas y 15 minutos.

Tiene razón el sueco Bjorn Borg, ganador de seis Roland Garros, que mantiene su récord gracias a Soderling, cuando dijo que Robin, después de derrotar a Nadal en tierra en París "ganará a quien le salga de los cojones". Hoy al de Tibro no le tembló el pulso ni las emociones vividas contra "La Bestia" el domingo, y dominó a Davydenko de principio a fin.

Ganador de ocho partidos consecutivos sobre tierra batida, los tres que logró hace dos semanas durante la Copa del Mundo por Equipos, ante el estadounidense Sam Querrey, el francés Gilles Simon y el alemán Rainer Schuetler, y los cuatro que lleva aquí ya, ésta es la mejor racha del jugador sueco en tierra, y es la auténtica revelación en París, donde por fin ha despuntado después de 21 torneos del Grand Slam disputados. Ahora, volverá al grupo de los 20 cuando acabe su tránsito por París.

El último sueco que disputó una final de Roland Garros fue Magnus Norman, precisamente el entrenador de Soderling en la actualidad. En la de 2000, Norman cayó ante el brasileño Gustavo Kuerten. Antes, Stefan Edberg no pudo con el estadounidense Michael Chang en la de 1989. Mats Wilander fue el último ganador de esta nacionalidad, en 1988, cuando destrozó las esperanzas del francés Yannick Noah.

El gran Bjorn Borg, ganador en seis ocasiones (1974-75 y 1978-79-80-81) se mantiene como el gran héroe de Suecia en París. Ahora, parece ser el turno de Soderling, que con tres títulos en su carrera, Lyon 2004, Milán 2005 y Lyon 2008, y seis finales en su carrera, se ha presentado en la capital francesa este año con otros objetivos.

Para González, también fue un día de inmensa felicidad. Noquear al número tres del mundo en la central de París no tiene precio, y alcanzar por segunda vez la semifinal de un Grand Slam (fue finalista del Abierto de Australia en 2007 ante Federer) tampoco.

"Feña" estuvo genial, sobre todo en el tercer set en el que barrió por completo al discípulo del español Alex Corretja en sólo 24 minutos. Murray entregó este parcial con un remate a la red, claro signo de su impotencia, y aunque se recuperó en el cuarto, la derecha del chileno se mantuvo como un martillo, sólida y ejecutora.

Este acceso a las semifinales de González es su mejor noticia, después de que hiciera semifinales en Roma contra Nadal y se perdiera la visita a la Caja Mágica en Madrid, por una lesión en el tobillo. Se ha enfrentado contra Soderling en siete ocasiones con un balance favorable de 4-3 y ganando las dos de tierra, en 2006 en Montecarlo y en Dusseldorf 2007.

"Es un excelente jugador de tierra, y si miras sus resultados en tierra los últimos tres años no ha perdido muchos partidos", dijo Soderling sobre el chileno.

En el cuadro femenino, el tenis ruso perdió a su estrella más glamurosa, Maria Sharapova, que cayó en un día fatal para ella ante la eslovaca Dominika Cibulkova, vigésima favorita, por 6-0 y 6-2 en 65 minutos para alcanzar las semifinales de Roland Garros, por primera vez en su carrera, su mejor ronda en un Grand Slam.

Sharapova dejó escapar 11 juegos consecutivos (6-0, 5-0). Salvó entonces la primera bola de partido y, luego, otras tres más después en último juego del duelo. Los nervios de la joven de Bratislava afloraron entonces, pero supo concretar la quinta, lanzó la raqueta al aire, se tiró al suelo y se tapó la cara.

Cibulkova no ha ganado un título aún en su carrera. Triunfó en un ITF en Amarante (Portugal) en 2005, su primer gran éxito, y el año pasado alcanzo dos finales en el circuito WTA, en Amelia Island y Montreal. Esta temporada había llegado a los octavos del Abierto de Australia, y no compitió en Roma y Madrid debido a una lesión en la pierna izquierda.

Su falta de experiencia se pondrá a prueba ahora, porque se medirá con la rusa Dinara Safina, que sufrió por primera vez en este torneo para vencer a la bielorrusa Victoria Azarenka, por 1-6, 6-4 y 6-2, con el técnico estadounidense Brad Gilbert en la grada a la caza de Azarenka, entrenada por el hispano-portugués Antonio van Grichen.

"Es una pena que Rafa perdiese", dijo hoy Safina, ganadora en Madrid y Roma, que quiere jugar los dobles mixtos del Abierto de EE.UU. con su hermano Marat Safin, y que hasta hoy sólo había cedido cinco juegos en París. "Al principio, todo fue muy rápido, no había nada qué hacer. Ha sido un buen test para mí", apuntó.

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