La policía sudafricana deportó el lunes a 10 presuntos hinchas violentos argentinos a los que detuvo en el aeropuerto de Johannesburgo a pocos días del inicio del Mundial de fútbol, dijo la embajada del país sudamericano.

Los hombres, que integraban un grupo de 80 aficionados que viajaron desde Sudáfrica vía Angola, fueron identificados como "barrabravas" y sus nombres figuraban en una lista de personas excluidas para el torneo que comienza el viernes.

La policía dijo que al menos dos de los detenidos eran líderes de los "barrabravas" y un tercero estaba en libertad bajo fianza por asesinato.

"Inteligencia indicó que estas personas cometerían actos de desorden público, se involucrarían en actos de violencia y provocaría conflictos con ciertos simpatizantes de equipos rivales y otros grupos de Argentina", indicó un comunicado de la policía.

"Fueron interceptados inmediatamente y se les negó la entrada al país", agregó.

La policía sudafricana tiene poca experiencia con la violencia en el fútbol y confía en que las fuerzas extranjeras del orden les informen sobre posibles hinchas problemáticos que quieran arribar al país para el torneo que tendrá lugar del 11 de junio al 11 de julio.

"Los están deportando", declaró el agregado de la embajada argentina en Sudáfrica, Adrián Vernis.

"El Gobierno de Sudáfrica tiene el derecho a deportar a cualquier persona que considere peligrosa para el resto de la gente", agregó.

HINCHAS VIOLENTOS

Desde hace más de diez días, un puñado de hinchas argentinos considerados violentos pernoctan en la capital sudafricana, donde la selección argentina está entrenando con vistas a su debut en el Mundial frente a Nigeria el 12 de junio por el Grupo B, que también integran Corea del Sur y Grecia.

La controversia por los mismos estalló cuando se supo que el avión que trasladó al plantel de Argentina fue también compartido por un grupo de "barras", quienes al día siguiente se acercaron a la puerta del edificio de Pretoria y hablaron con el encargado de la seguridad de la selección albiceleste.

Por disposición de la FIFA, el entrenamiento del domingo estuvo abierto al público. Para evitar el ingreso de los "barras" la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y las autoridades policiales decidieron limitar el aforo a invitaciones de colegios de la zona y personalidades.

Argentina no puede impedir la salida a ninguna persona que no tenga condena, por lo que dejó en manos de la policía sudafricana la tarea de impedir la entrada a varios hinchas que tienen procesos judiciales abiertos.

De todos modos, ambos países mantienen una colaboración conjunta respecto al asunto, y Argentina está aportando datos e informaciones sobre hinchas violentos para facilitar el trabajo a su contraparte.

El ministro de Policía Nathi Mthethwa dijo el mes pasado que la policía sudafricana y la británica habían frustrado un intento de seguidores violentos ingleses de viajar a la Copa del Mundo vía Dubai.

Al menos 3.200 conocidos hinchas problemáticos ingleses debieron entregar sus pasaportes para evitar que viajaran al extranjero, informó el funcionario.