Este artículo se publicó hace 16 años.
Sudán pedirá al Consejo que detenga la orden de arresto de Bachir
Sudán acudirá al Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear la orden de detención contra su presidente, Omar Hasan al Bachir, por genocidio solicitada por la fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), dijo hoy el embajador sudanés ante Naciones Unidas, Abdalmahmud Abdalhaleem.
"Hemos pedido a miembros del Consejo de Seguridad que intervengan en este caso", señaló el diplomático en una conferencia de prensa, después de que la fiscalía del CPI acusó hoy a Al Bachir de cometer genocidio, crímenes de guerra y lesa humanidad.
Aseguró que el máximo órgano de la Organización de Naciones Unidas (ONU) tiene la autoridad para bloquear el proceso porque fue el Consejo el que autorizó en 2005 que el fiscal jefe del CPI, Luis Moreno-Ocampo, investigara la violación de derechos humanos en el conflicto de la región sudanesa de Darfur.
"Se debe dejar claro si se está a favor de la paz y de detener el derramamiento de sangre, o primero se está con la justicia, aunque para nosotros eso no es justicia", opinó el diplomático sudanés.
Abdalhaleem advirtió que Jartum "está considerando todo tipo de opciones" para responder a la decisión de la fiscalía internacional, pero no aclaró si ello incluía el uso de la fuerza.
No obstante, aseguró que la acción del fiscal jefe del CPI "tendrá consecuencias desastrosas para el proceso de paz" de Darfur y reiteró: "Nunca colaboraremos con el CPI".
"Cuando se imputa a un jefe de Estado, que es el mandatario de un país, ¿con quién luego puedes hablar?", observó el diplomático.
Abdalhaleem señaló que la orden de detención contra Bachir crea "problemas de legitimidad" para el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que "siempre ha acudido al presidente cuando se han presentado dificultades" en las actividades de Naciones Unidas en Sudán.
Además, el embajador sudanés acusó a Moreno Ocampo de "ser un activista, no un jurista" que por motivaciones políticas "colabora con los enemigos de Sudán".
"Este es un asunto político, no judicial, con el que se quiere detener nuestra marcha hacia el progreso y la democracia, y para que algunas potencias se cobren cuentas pendientes", agregó.
Por su parte, el portavoz de Naciones Unidas, Farhan Haq, aseguró que las acusaciones de la fiscalía del CPI contra Al Bachir de cometer genocidio, crímenes de guerra y lesa humanidad "no afectará las actividades de la ONU en Sudán".
Haq declinó precisar si la acción de la fiscalía del tribunal internacional impedirá que Ban vuelva a reunirse con Bachir.
"No quiero especular, pero nuestros planes son seguir con los contactos con el Gobierno de Sudán", afirmó.
Señaló que Ban mantuvo una conversación telefónica el pasado sábado con el mandatario sudanés en la que "enfatizó" la independencia de actuación de la fiscalía del CPI y su "carencia de influencia" sobre sus decisiones.
Ban pidió hoy en una declaración al Gobierno de Sudán que garantice la seguridad de las fuerzas de la ONU en ese país, entre las que se encuentran los más de 9.000 integrantes de la misión de paz conjunta de Naciones Unidas y la Unión Africana en Darfur (UNAMID).
El conflicto de Darfur comenzó en enero de 2003, cuando dos grupos armados se rebelaron contra el Gobierno por la situación de pobreza en la que se encontraba sumida esta región.
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