Misiles disparados desde un supuesto avión estadounidense mataron el lunes hasta 20 extremistas en una región paquistaní en la frontera afgana, dijeron las autoridades, horas antes de que los líderes tribales y políticos paquistaníes y afganos se reunieran para hablar sobre paz.

La violencia se ha incrementado en Afganistán y Pakistán en los últimos meses, aumentando los temores sobre el futuro de ambos países en el corazón de la campaña mundial contra el extremismo liderada por Estados Unidos.

La violencia ha tensado los vínculos entre Afganistán y Pakistán, y los primeros se quejan de que Pakistán no ha hecho lo suficiente por impedir que los combatientes talibanes se infiltren en las tierras Pashtun.

La deteriorada seguridad de Afganistán ha frustrado a Estados Unidos y ha llevado a una serie de ataques contra objetivos de extremistas en Pakistán, lo que ha airado a Islamabad, que afirma que los ataques refuerzan el apoyo a los extremistas islámicos.

La violencia en Pakistán también ha inquietado a los inversores y exacerbado una crisis económica que se espera que obligue al país a buscar la ayuda del Fondo Monetario Internacional.

Los últimos supuestos ataques de Estados Unidos fueron contra dos casas en la ciudad de Shakai, en Waziristán del Sur, bastión del líder talibán paquistaní Baitulah Mehsud.

"Fueron muy precisos. Los misiles impactaron en las habitaciones donde los invitados estaban cenando. Ninguno sobrevivió", dijo un extremista por teléfono. "Hemos recuperado 20 cuerpos", agregó.

El Pentágono dijo que no tenía información.