Este artículo se publicó hace 14 años.
Supuesto "narco" en que Jiménez basa su coartada en el crimen de las policías desmiente su versión
El supuesto traficante de drogas en quien Pedro Jiménez basa su versión exculpatoria del crimen de las dos policías en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha desmontado hoy su coartada, de la que, con rotundidad, ha opinado que "es una mentira como una casa".
En la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra el presunto asesino de las dos policías de L'Hospitalet ha declarado hoy como testigo Mustapha D., el supuesto narco que, según el relato exculpatorio de Pedro Jiménez, le encargó que fuera a buscar un paquete de droga a casa de las dos agentes.
"Todo eso que está contando son películas suyas como una casa", ha clamado el testigo, que se reunió con Pedro Jiménez al día siguiente del doble crimen para facilitarle el contacto que permitió su huida a Girona, porque así se lo pidió Marco Antonio J.G., amigo del supuesto doble homicida.
El testigo, que cuenta con una condena por tráfico de drogas, ha negado con contundencia que encargara a Pedro Jiménez ir a recoger un paquete con estupefacientes, que lo llevara en moto al barrio de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat y que conociera a las policías asesinadas.
Además, sostiene que no conoce al tal Alex, otro supuesto narco que nunca ha llegado a ser identificado y a quien Pedro Jiménez señaló en su declaración como el posible autor del doble crimen.
Mustapha D., que cuando sucedieron los hechos estaba en tercer grado penitenciario, ha añadido que cuando se encontró con el acusado en las proximidades del Hospital de Sant Pau de Barcelona para proporcionarle el contacto para huir lo encontró "nervioso" y le extrañó que llevara una ropa "no habitual en un hombre".
Otro de los testigos que hoy han socavado la versión de Pedro Jiménez es Marcos Antonio J.G., que fue su ex compañero de celda en la prisión Ponent de Lleida y que, tras facilitar su huida a Girona, acabó delatándole a la policía.
Según su relato, Pedro Jiménez le llamó la mañana del mismo 5 de octubre de 2004, cuando ocurrió el doble crimen, para pedirle ayuda porque "había pinchado a un tío", por lo que Marcos Antonio J.G. pidió ayuda a Mustapha K., un confidente de la Guardia Civil que lo tuvo refugiado en su casa de Girona para después entregarlo a la policía.
El ex compañero de celda de Pedro Jiménez ha asegurado que mientras estuvo con él en prisión tenía "un buen concepto" del presunto doble homicida, que le había dicho que se encontraba entre rejas por haber matado al novio de su hermana después de que éste abusara de ella.
Tras su detención por el doble crimen, Marco Antonio J.G. no ha mantenido apenas contacto con él, pese a que en los últimos años ha recibido una carta y llamadas telefónicas de Pedro Jiménez.
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