Suu Kyi afirma que el juicio contra ella es una prueba para el sistema legal birmano

La líder opositora birmana y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi declaró ante el tribunal que la juzga por violar los términos de su arresto domiciliario que su proceso es una prueba para el sistema judicial del país.

Durante la vista en la que la defensa presentó sus argumentos finales, Suu Kyi afirmó que el veredicto "será un pronunciamiento sobre el estamento legal, judicial y constitucional" de Birmania (Myanmar), revelaron hoy fuentes de la disidencia.

"A lo largo de todo el juicio, mis abogados han sido escrupulosos en sus esfuerzos por procurar que tenga un proceso justo", añadió durante la sesión del pasado 24 de julio.

Los letrados de Suu Kyi han argumentado que fueron ilegales las repetidas prórrogas del confinamiento bajo el que se halla desde 2003, y que la ley bajo la cual se la juzga ahora corresponde a una provisión de emergencia especial que ya fue abolida del sistema legal birmano.

Según la fiscalía, la Nobel de la Paz incumplió las condiciones de su confinamiento por dejar pernoctar durante dos noches en su casa al estadounidense John Michael Yettaw, que llegó a nado por el lago Inye de Rangún y se enfrenta en calidad de cómplice a los mismos cargos que la activista.

Ella insiste en que eso fue contra su voluntad y que jamás invitó a quedarse al norteamericano.

De ser hallada culpable, Suu Kyi, que ha vivido privada de libertad durante casi 14 de los últimos 20 años, puede ser condenada a una pena máxima de cinco años de prisión.

Desde que arrancó el pasado 18 de junio, el proceso ha sido condenado por gobiernos de todo el mundo, que denuncian que la Junta Militar están empleando la justicia para borrar a Suu Kyi de las elecciones que el régimen planea celebrar en 2010.

Esos comicios son tachados de farsa por el movimiento democrático birmano, que sostiene que los generales manipularán los resultados para perpetuarse en el poder, igual que harán con el juicio para mantener confinada a la Nobel de la Paz.

Birmania es una férrea dictadura militar desde 1962 y no celebra elecciones desde 1990, cuando la Liga Nacional por la Democracia encabezada por Suu Kyi obtuvo una abrumadora victoria en las urnas que nunca ha sido acatada por los uniformados.

Si no hay más retrasos, el fallo del juicio se conocerá el próximo 11 de agosto.