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La T-1 se abrirá sin metro ni Cercanías pero con 4 nuevas líneas de autobuses

EFE

La nueva terminal 1 del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, será inaugurada el próximo día 16 de junio y abrirá al público el 17 sin la llegada de las esperadas líneas de metro y de Cercanías, un déficit que ha sido suplido con la puesta en servicio de 15 líneas de autobuses, 4 de ellas nuevas.

La llegada de la línea 9 del metro al recinto del aeropuerto de El Prat -tendrá tres paradas, una en la T-2 (que agrupa las terminales A, B y C), otra en la ciudad aeroportuaria y una en la T-1- se espera para el año 2012; mientras que en el caso de Cercanías no existe una fecha de llegada, aunque la última previsión del Ministerio de Fomento es licitar las obras a finales de este año.

Ante esta situación, el ente aeroportuario AENA, la Generalitat, la Autoridad del Transporte Metropolitano y la Entidad Metropolitana de Transporte han diseñado de manera conjunta un plan de movilidad del aeropuerto de El Prat que apuesta por el transporte en autobús por lo menos hasta la llegada del suburbano, con la creación de 4 nuevas líneas y la extensión de otras once que finalizaban su servicio en la T-2.

Dos de las nuevas líneas de autobuses serán servicios lanzadera, una entre las dos terminales con una duración de 12 minutos y frecuencias de salida cada 7, y la otra unirá la estación de Cercanías con la nueva T-1, con una duración de 10 minutos y salidas cada 30, sincronizadas con la llegada de los trenes.

Las otras dos líneas son la nueva L99, que conectará Castelldefels con la T-1, y el nuevo Aerobus, denominado A1, que enlazará el centro de Barcelona con la T-1. El actual servicio de Aerobus que finaliza en la T-2 pasará a llamarse A2.

De las 11 líneas que finalizarán en la T-1, cuatro proceden del área metropolitana y siete, de Cataluña y Andorra.

Por su parte, el transporte en taxi contará con un espacio privilegiado en la nueva terminal, con una parrilla para 700 vehículos, una parada de carga principal para 250 (24 operaciones simultáneas) y otra parada específica para el corredor de vuelos Barcelona- Madrid con otros 200 (12 operaciones a la vez).

El principal acceso en transporte privado será la autovía B-22, finalizada recientemente, a la que se podrá acceder desde la C-31, tanto en dirección Barcelona como en dirección Castelldefels a partir de las 00.00 horas del día 17. Se calcula que el desplazamiento desde Barcelona a la nueva terminal sea cinco minutos más largo que hasta la T-2.

La nueva terminal cuenta con seis edificios de aparcamiento, con un total de 11.000 plazas cubiertas, así como otra zona de estacionamiento de larga duración.

Según el plan de movilidad, un 32% de los usuarios utilizan el coche privado para acceder a las instalaciones de El Prat, otro 32% el taxi y un 15%, el autobús, el mismo porcentaje que el tren y el resto, el 6%, otros medios de transporte.

Del total de usuarios -viajeros, acompañantes y trabajadores- que acceden a el aeropuerto, la gran mayoría, un 85%, proceden de la provincia de Barcelona y un 5%, respectivamente, de Tarragona, Girona y otros orígenes.

El aeropuerto de El Prat recibió en 2007 un total de 32,6 millones de pasajeros, su máximo histórico, y en 2008 descendió hasta los 30 millones. La previsión es terminar 2009 con cerca de 28 millones.

La T-1 tiene una superficie de 540.000 metros cuadrados, ha supuesto una inversión de 1.200 millones de euros y cuando esté plenamente operativa permitirá procesar en solitario más de 30 millones de pasajeros al año, por lo que el aeropuerto podrá acoger 55 millones y realizar 90 operaciones a la hora.

Una vez totalmente operativa, se prevé que la T-1 acoja a un 80% de los pasajeros y la T-2, al 20% restante. Está previsto que su primer día en funcionamiento, el día 17, 30.000 personas utilicen la T-1.

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