Este artículo se publicó hace 14 años.
Los 'talent shows' inundan la tele
La parrilla se llena de formatos basados en la interpretación de números musicales
La música forma parte de la historia de la televisión desde sus inicios y siempre ha dado buenos frutos en términos de audiencia. Incluso el primer día en que hubo en España emisiones regulares de televisión, un ya lejano 28 de octubre de 1956, no faltaron las actuaciones de unas orquestas y unos coros para inaugurar, junto con la inevitable misa de rigor y el NO-DO, las retransmisiones de Televisión Española. Ya en el siglo XXI, la música ha seguido muy presente en el medio televisivo, aunque sobre todo en forma de lo que los anglosajones denominan talent shows, donde distintos individuos compiten mostrando sus presuntas habilidades como intérpretes musicales.
Programas como Operación triunfo o Mira quién baila (ahora rebautizado como Más que baile) demuestran la solvencia del formato, que desde esta semana va a ser uno de los más presentes en la parrilla de las televisiones. "Estamos llegando a un punto en el que vamos a tener un talent show casi cada noche", explica Juan Menor, ex director de Televisión Española y actualmente profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Los programas de talento musical están en alza en todo el mundo
Y no es para menos. Ayer mismo, Antena 3 estrenaba en prime time el espacio Quiero cantar, presentado por Jorge Fernández, en el que niños y adolescentes deben demostrar sus aptitudes musicales en diferentes géneros; mientras que mañana, Telecinco le dará la réplica con Cántame una canción, también en horario estelar, un programa que pretende asimismo encontrar talentos musicales entre los más jóvenes y que supone la vuelta a la cadena de Mediaset de Javier Sardá.
También hay que tener en cuenta que TVE presentará también esta semana Cántame cómo pasó, el talent show basado en la exitosa serie sobre la familia Alcántara, mientras que Más que baile (Telecinco) sigue en antena con buenas cifras de audiencia.
Tampoco hay que olvidar que estamos en la antesala de Eurovisión, así como la apuesta de las autonómicas con Generación de estrellas, por lo que a los espectadores les aguarda toda una lluvia de presunto talento musical en las próximas semanas.
"En el prime time, la gente no quiere que le compliquen aún más su día"
Puro entretenimiento¿Pero por qué funcionan tan bien estos formatos? La profesora Belén Andueza, de la Universidad Antonio de Nebrija (Madrid), lo tiene claro: "Funcionan porque son puro entretenimiento". A juicio de esta doctora en Comunicación Audiovisual, estos programas satisfacen uno de los principales deseos de los espectadores cuando, tras una larga jornada laboral, se sientan en el sofá de su casa: "A la hora del prime time, la gente no quiere que le compliquen más su día". Para ello, nada mejor que música, un reto y, si hay famosos por medio, como ocurre con el citado Más que baile, mejor.
En el caso de los programas donde compiten desconocidos, entra en juego el interés por el deseo de alcanzar la fama que, según explica por su parte Menor, puede ser compartido por parte de la audiencia.
En cualquier caso, este experto recuerda que estos programas de telerrealidad musical, que hay que diferenciar de los programas sobre música, tienen una "tradición enorme" en televisión y "están al alza en todo el mundo" en estos momentos. Buena muestra de ello son, por ejemplo, los datos "estratosféricos" de American Idol, un espacio con el que la Fox está consiguiendo audiencias superiores a los 20 millones de telespectadores en EEUU. "No hay ningún formato capaz de llenar toda la noche con tan buenos datos, ni siquiera las mejores series", valora Menor, que considera que la oferta de talent shows que le va a llegar a la audiencia española "quizás sea excesiva".
Otro aspecto a valorar es hasta qué punto puede ser perjudicial para los niños participar en estos espacios. "Al final, los niños están trabajando y eso es malo" señala Andueza, que resalta que estos programas están en realidad dirigidos a los padres. Para Menor, la participación de menores en estos espacios es, cuando menos, discutible. "Estudiarlo tendrá que ser una de las tareas del futuro Consejo Estatal de Medios Audiovisuales", concluye.
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