Este artículo se publicó hace 15 años.
Tara Moss dice que ha demostrado, con los años, que es más escritora que modelo
Con más de media hora de retraso, tras someterse a una intensísima sesión de fotos, sentada en un sofá, de pie, o en un coqueto jardín interior, como cuando era una top model, ha empezado en Barcelona la presentación de la novela "Fetish", de Tara Moss, quien se ha reivindicado, básicamente, como escritora.
Acompañada por sus editores de El Andén, la autora canadiense de piernas interminables, se ha mostrado simpática y natural en su contacto con los medios de comunicación y ha explicado que se inició en el mundo de la moda para poder abandonar la pequeña isla en la que nació en 1973, en la Columbia Británica, aunque desde siempre quiso ser escritora.
Para los periodistas ha rememorado aquellos días en los que cursaba primaria y, con apenas diez años, escribía historias de miedo inspiradas en las que creaba Stephen King, que sus compañeros leían con avidez, una vez acabadas las clases.
Enamorada de España, Tara Moss, que reside entre Sydney, Los Ángeles y su ciudad natal, ha aseverado que necesita escribir, que ésta es su forma natural de expresarse, y ha dejado muy claro este mediodía que lleva ya diez años publicando sus libros de novela negra. "Con el paso del tiempo, he podido demostrar que soy mucho más escritora que modelo", ha apostillado.
A pesar de ello, dice que no olvida aquellos días en los que viajaba por todo el mundo o era portada de las principales revistas de la moda. "El trabajo, sin embargo, era aburrido, porque no era nada creativo y yo me sentía frustrada. No era la autora de mi propia vida".
Como escritora, en cambio, dice meterse en la piel de sus personajes, sentir miedo con ellos, reirse de lo que ellos ríen o llorar cuando lloran, a la vez que puede realizar una tarea de investigación para sus relatos que la ha llevado a sacarse una licencia de detective o a visitar en numerosas ocasiones depósitos de cadáveres e incluso conocer por dentro la Academia del FBI.
El público español podrá adentrarse ahora en su primera novela, "Fetish", que publicó en inglés en 1999, y que ya se ha podido leer en una quincena de países, en diez lenguas diferentes.
Moss ha explicado que en "Fetish" aparece por primera vez su creación literaria, Makedde Vanderwall, una guapa modelo, alta y rubia (como ella), que aparecerá posteriormente en otras historias suyas, y que en esta ocasión se verá envuelta en la truculenta persecución, en Australia, de un psicópata conocido como el "asesino de los tacones de aguja".
Para sus novelas, dice, "es imprescindible pasar mucho tiempo en cárceles, patrullando las calles, o en depósitos de cadáveres, en definitiva, con todo aquello relacionado con la industria de la muerte", porque quiere que sus narraciones sean "auténticas".
También se muestra orgullosa de haber sabido crear al personaje de Mak, "una mujer, que a la vez que es sexy, también es inteligente y cuenta con otras características que en la literatura antes sólo se asociaban a los hombres".
Respecto a si se siente cuestionada por el hecho de haber entrado en el mundo de la escritura después de ser modelo de las grandes pasarelas de Nueva York, Londres o Milán, Tara Moss sonríe y recuerda: "soy la única escritora que ha probado científicamente que escribo mis libros".
En este sentido, ha comentado que en el año 2002 y ante el hecho de que se la cuestionara continuamente, decidió someterse a un polígrafo, por iniciativa de un periódico australiano, demostrando que era ella quien se sentaba ante el ordenador y creaba sus historias.
Preguntada sobre lo que conoce de España, ha señalado que le encanta la arquitectura de Antoni Gaudí, el flamenco, así como la pintura de los grandes artistas y ha avanzado que está a punto de degustar la novela "La piel fría", de Albert Sánchez Piñol, porque le han llegado muy buenas referencias de ella.
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