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Los Taviani sacudieron la Berlinale con el "Cesare" carcelario de Shakespeare

EFE

Los hermanos Paolo y Vittorio Taviani impactaron hoy en la Berlinale con "Cesare deve morire", un Shakespeare trasladado a la cárcel, compartiendo jornada de concurso con el español Antonio Chavarrías y el alemán Christian Petzold y a la espera de la debutante Angelina Jolie.

El complot de Bruto contra César, el emperador devenido en tirano, parcialmente en blanco y negro y escenificado por presos de una cárcel de alta seguridad romana, colocó al festival en la senda del gran cine, capaz de desatar tanta empatía como admiración.

"Shakespeare es para nosotros el padre, el hijo y el hermano. Un genio. Lo que dijo en vida sigue siendo vigente hoy", sentenció Paolo Taviani, a la pregunta de si la idea del complot para liquidar al tirano era trasladable a la Italia -y al mundo de hoy-.

Sobre el texto conocido -y frente a los recelos de quienes temían otra inmersión fallida del cine en Shakespeare, tras el "Coriolanus" de Ralph Fiennes, en la Berlinale 2011-, los Taviani se ganaron al festival desde prácticamente el primer minuto de filme.

Los presos convertidos en actores -es decir, presidiarios reales, desde traficantes de droga a camorristas-, como parte de un proyecto de rehabilitación, triunfaron sin paliativos.

Desde el genial casting inicial -"Juan Bonetti, nacido en Buenos Aires, Argentina, el 16.09.1971", dice el primer preso, en versión llanto y en formato iracundo, sucesivamente, por imperativo del guión- el público empezó a adorar el filme.

Imposible no quedar cautivado por todos los presos-actores, de personalidad impagable y con un potencial escénico irresistible.

Era la película a la que la Berlinale parecía estar esperando para abandonar un arranque que no desató pasiones -"Les adieux à la reine", con Diane Kruger como María Antonieta-, el jueves.

Los Taviani recibieron la primera ovación de esta Berlinale, que más allá de la simpatía hacia los presos -"ellos son también seres humanos, y de su confrontación con Shakespeare surge toda esa humanidad", repetía Vittorio-, se dirigía a su calidad y valentía.

El dúo de realizadores italianos dominó sobre los otros filmes que concursaban hoy: "Barbara", de Petzold -primer representante del cine anfitrión de los tres a concurso- y "Dictado", de Chavarrías.

El filme del realizador español acudía como una producción algo insólita en una sección oficial de un festival como el berlinés, por estar englobada en el género del "thriller psicológico".

Definida por Chavarrías -productor de "La teta asustada", de la peruana Claudia Llosa, Oso de Oro en 2009- como un "cuento oscuro", "Dictado" se centra en una huérfana, Julia, traumatizada por el suicidio de su padre y a la que acoge una pareja.

Chavarrías dirige con maestría a Mágica Pérez -la niña-, Juan Diego Botto y Bárbara Lennie, a través de un argumento propio del género, plagado de "sustos" y con el inexcusable -y omnipresente- acompañamiento musical asimismo afín al "thriller".

El "cuento oscuro", que escarba en el mal a través de la inocencia y descubre al monstruo oculto en lo que aparentaba ser un buen tipo, acudía como producto anómalo en una Berlinale y la compañía en la misma jornada de los Taviani no les favoreció.

Para Petzold fue la segunda ovación del día, en una "Barbara" interpretada por Nina Hoss, una actriz tan habitual de las últimas Berlinales como el propio director.

"Barbara" también escarba, como "Dictado", pero en este caso en la extinta Alemania comunista, donde todo ciudadano era observado hasta su intimidad más profunda por la policía política, la Stasi.

Eran tiempos en que médicos y enfermeras fumaban en la cantina y en el laboratorio de cualquier hospital, porque esa especie de libertad individual no estaba prohibida, pero donde cualquier paso en falso podía llevarle a uno a un campo de socialización.

Ahí recala Hoss, una doctora de aire prusiano erradicada de Berlín a un hospital de provincias, por razones políticas, y ahí discurrirá una película muy alemana, desde la perspectiva de un director occidental -Petzold- para el que la felicidad -ni siquiera individual- en la Alemania comunista no es posible.

Los Taviani triunfaron, Chavarrías defendió su "thriller" y Petzold volvió a la Berlinale, casi como director "de plantilla" del festival, mientras se esperaba, también hoy, en Berlín, a Angelina Jolie, en su debut como directora, al frente de la concienciada "In the land of blood and honey", con carácter de exhibición.

Gemma Casadevall

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