"La tele, en el fondo,es muy promiscua"

Reinvención continua, mucho trabajo y pensar siempre en el programa del día siguiente. Estos son los tres elementos que Andreu Buenafuente (Reus, Tarragona, 1965) destaca para explicar la longevidad de Buenafuente, el espacio de actualidad y humor que hoy cumple 900 emisiones, primero en Antena 3 y, desde hace cinco años, en La Sexta. "Esta noche vamos a enseñar las tripas del programa", avanza.

El público le va a preguntar en directo, como a Belén Esteban y como al papa.

Nunca me podré igualar a Belén Esteban, ni siquiera aunque viva varias vidas. Y me falta santidad para ser como el papa. Pero sí me voy a sentar en un sofá para que el público pregunte todo lo que quiera.

¿Cómo ha evolucionado este programa, después de tantos años en antena?

Ha evolucionado como la vida misma, y ha cambiado como cambiamos nosotros, como cambian las épocas Yo mismo empecé con muy poca experiencia en el late night. Esto ha sido, y sigue siendo, como hacer un máster en televisión. Aquí se aprende cada día, y más aún en un programa tan personal, que quiere sorprender cada noche dentro de una familiaridad. Cada día estamos reinventándonos. En los últimos años hemos hecho cosas que jamás hubiéramos imaginado. El programa ha sacado todos nuestros recursos. Me recuerda un poco a cuando estuve en la radio.

¿Echa de menos la radio?

Trabajé en la radio más de 20 años. Es un medio de expresión precioso pero no lo echo de menos. Sí es verdad que, un año después de dejarla, sufrí un duelo como el que se separa de una mujer a la que ha querido. Y luego ya me casé con la tele. De momento, me está siendo fiel. Aunque luego se va con otros y se lleva muy mal. Sólo hay que ver algunos programas que hay por ahí. Entonces te das cuenta de que la tele, en el fondo, es muy promiscua.

¿Qué opina de la televisión que se hace en España?

La televisión es una industria más. Como tal, está sometida a la crisis y eso ha afectado a su calidad. Me gustaría pensar que por culpa de la crisis, se invierte menos en talento. También opino que muchos directivos, y es lícito, lo que quieren es ganar dinero. Me gustaría una tele menos resultadista, con más arte, porque reivindico que el arte y la calidad también te pueden hacer ganar dinero.

¿Quedó satisfecho de su papel en la última gala de los Goya?

Fue el trabajo más difícil de mi vida. Fue un avispero televisado donde había que hacer humor y distender. Puse toda mi energía y fue muy intenso, pero ya ha pasado.