'He sentido que aún no me he perdido en la bruma del tiempo'. Narciso Ibáñez Serrador (Montevideo, 1935) valoró de este modo la concesión ayer del Premio Nacional de Televisión 2010, que comparte con la miniserie 23-F: El día más difícil del Rey.

Chicho Ibáñez Serrador, una de las grandes figuras de la televisión en España, huye de las grandes palabras para definir su carrera, de la que el jurado del galardón ha destacado su 'excepcional relevancia como creador de un lenguaje televisivo permanente'. 'Esas palabras son un poco fuertes, y no lo digo por falsa humildad', explica a Público por teléfono el creador de Historias para no dormir y Un, dos, tres..., actualmente delicado de salud.

'Antes se ponía más corazón y entusiasmo en la tele'

Lo que sí reconoce es su papel como inspirador de jóvenes creadores que han crecido con la televisión y con su modo de entenderla, y dice sentirse halagado cuando muchos de ellos le llaman o van a su casa para mostrarle sus proyectos. 'Casi todos hacen siempre la misma pregunta al final: ¿Qué le parece la idea?''.

Experto en recibir galardones (ha ganado cuatro Ondas y el Premio Lope de Vega), Ibáñez Serrador asegura que el hecho de 'autorreconocerse' es 'el mayor de los galardones', aunque sea 'terriblemente crítico' con su trabajo. Eso sí, quiere a todos sus programas por igual, y se muestra incapaz de elegir su favorito porque todos son 'como hijos'. Y su familia parece ir en aumento, ya que su cabeza no para de generar ideas para la pequeña pantalla: 'Hay un programa que me ronda la cabeza y que no he hecho que se llama Cartas al director, una serie de suspense de 20 capítulos, todos diferentes entre sí, que tienen un hilo conductor'. Este proyecto ha sido ofrecido a Telecinco, pero 'no interesó demasiado', señala este director teatral, para quien el suspense es un 'buen reclamo'. 'Tratar de averiguar el tópico de quién es el asesino siempre funciona', argumenta.

'La audiencia sintoniza cualquier cosa que le entretenga'

Aunque el realizador y guionista siga creando en la actualidad, echa de menos la tele que se hacía antes, porque 'se ponía más corazón y entusiasmo'. En su opinión, la televisión de ahora se puede definir con una sola palabra: 'flojita'. 'Los programas no tienen garra. Quizá falte ingenio o que es muy fácil hacer un programa en base a entrevistas de gente popular', indica.

Y, ¿cuál es el papel que tienen los espectadores? 'La audiencia sintoniza cualquier cosa que le entretenga o que ya viene de semanas pasadas, como los capítulos de una serie'.

Este premio otorgado por el Ministerio de Cultura dotado con 30.000 euros también ha reconocido a la miniserie 23-F: El día más difícil del Rey, emitida por La 1 en febrero de 2009.

Tanto la directora de esta ficción, Sílvia Quer, como su guionista, Helena Medina, destacan el orgullo de compartir el premio con Chicho. 'Él es el gran maestro que creó la televisión y nosotros estamos siguiendo sus pasos', señala Quer, mientras que Medina explica que en las clases de Historia de la Televisión que imparte en The New School University de Nueva York muestra los trabajos del padre de Mis terrores favoritos. 'A los universitarios americanos les gusta su trabajo, lo valoran, y les parece bueno algo hecho hace 40 años. Es sorprendente la validez que tiene', precisa.

El jurado del premio ha destacado la calidad de 23-F: El día más difícil del Rey, 'capaz de recrear acontecimientos históricos con alto nivel de exigencia y amplia aceptación de la audiencia'.

A juicio de Medina, una de las razones de la buena acogida que esta miniserie tuvo entre el público es que se basa en hechos reales. 'Es un aliciente más tratar un tema en el que el público se puede reconocer porque ha leído sobre ello, o se han formado una opinión al respecto', argumenta.

En este sentido, la directora de esta producción valora la televisión como una buena herramienta para 'contar nuestra historia a mucha gente y hacerlo con una calidad muy alta'.