Este artículo se publicó hace 14 años.
Temen decenas de miles de muertos por el seísmo de Haití
Cientos de haitianos traumatizados dormían el jueves en parques y calles de la capital del país, temiendo más réplicas del catastrófico terremoto que derrumbó casas y edificios gubernamentales y sepultó a una cantidad aún desconocida de personas.
Decenas de miles de personas habrían muerto y se cree que muchos estarían atrapados aún con vida debajo de los escombros provocados por el seísmo de magnitud 7 que sacudió la capital haitiana el martes.
No había indicios de operaciones organizadas para rescatar a los atrapados bajo los restos de viviendas o para retirar los cadáveres, y los médicos en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, no contaban con equipo adecuado para atender a los heridos.
Los supervivientes tenían miedo de regresar a sus precarias viviendas y dormían en áreas abiertas, donde grupos de mujeres cantaban canciones tradicionales en la oscuridad y oraban por los muertos.
"Cantan porque quieren que Dios haga algo. Quieren que Dios las ayude. Todos queremos", dijo el empleado del Hotel Villa Creole Dermene Duma, que perdió a cuatro familiares.
Los extranjeros dormían alrededor de la piscina del hotel y cientos de haitianos heridos yacían frente al dañado hotel.
Decenas de miles de haitianos recorrían aturdidos y llorando las caóticas y destruidas calles de Puerto Príncipe, buscando ayuda de manera desesperada.
Los cadáveres estaban a la vista por toda la ciudad: Bajo los escombros, tendidos junto a las carreteras, siendo cargados en camiones. Había cuerpos diseminados por las calles, envueltos en sábanas y mantas, mientras de entre los escombros se escuchaban gritos.
Algunos habitantes de la capital trataban de rescatar a personas sepultadas, retirando trozos de escombros con las manos. Otros armados con martillos golpeaban restos de edificios derrumbados buscando supervivientes.
Un joven gritó a unos periodistas en inglés: "Mucha gente está muriendo. Necesitamos ayuda internacional (...) No hay (servicios de) emergencia, no hay comida, no hay teléfonos, no hay agua, no hay nada".
Preguntado por la cadena CNN sobre la cifra de fallecidos, el presidente Rene Preval dijo "no lo sé", antes de agregar que "hasta ahora escuché 50.000 ... 30.000". Pero el líder no dio a conocer la fuente de esas estimaciones.
Países de todo el mundo prometieron ayuda para la empobrecida nación caribeña. El ministro de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, dijo el jueves que su país planea evacuar 60 heridos de su antigua colonia y trasladarlos a Martinica para ser tratados allí.
Naciones Unidas, cuyo cuartel general de cinco pisos fue una de las construcciones derrumbadas por el seísmo, dijo que han muerto al menos 16 miembros de su misión de paz de 9.000 hombres, entre ellos 11 soldados brasileños.
Preval dijo que el jefe de la misión, Hedi Annabi, había fallecido, pero el organismo mundial no pudo confirmar la información.
Explicó que los daños en la capital eran "inimaginables" y describió cómo había caminado sobre cadáveres y oído los gritos de personas atrapadas entre los escombros del Parlamento, donde se encuentra también el presidente del Senado.
El epicentro del temblor estuvo a sólo 16 kilómetros de la capital y a relativamente poca profundidad. Alrededor de 4 millones de personas viven en la ciudad y sus alrededores, sacudidos tras el terremoto principal por réplicas de hasta 5,9 de magnitud.
SUPERADOS POR LA DESTRUCCIÓN
Las comunicaciones normales estaban cortadas, las carreteras estaban bloqueadas por escombros y árboles, la energía eléctrica estaba interrumpida y el suministro de agua era escaso. Las únicas luces visibles en la ciudad provenían de señales de tráfico que funcionan con energía solar.
El portavoz de la Cruz Roja de Haití, Pericles Jean-Baptiste, dijo que la organización, acostumbrada a lidiar con desastres en un país golpeado por la pobreza, las catástrofes naturales y la inestabilidad política, estaba superada y no tenía medicinas.
"Hay tanta gente que necesita ayuda (...) No tenemos equipamiento, no tenemos bolsas para los cuerpos", dijo el portavoz a Reuters.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló por teléfono con el secretario general de Naciones Unidas y con los presidentes de Brasil, Canadá, México y Chile sobre los esfuerzos para ayudar a Haití pero no pudo contactar con Preval, dijo la Casa Blanca.
Estados Unidos, China y estados europeos están enviando equipos de reconocimiento y rescate, algunos con perros rastreadores y equipamiento pesado, mientras otros gobierno y grupos de ayuda ofrecen tiendas de campaña, unidades de purificación de agua, comida y equipos de telecomunicaciones.
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