Este artículo se publicó hace 14 años.
La terapia ayuda a algunas personas con alergia fatal al maní
Por Rachael Myers Lowe
La alergia al maní es muydifícil de controlar. Aunque aún no hay forma de que el maní seacompletamente seguro para los alérgicos, una terapia experimentallo hace menos fatal, según un equipo en Alemania y EstadosUnidos.
Si bien es una esperanza para los miles de niños alérgicos almaní en Estados Unidos, el equipo opinó que se necesitan másestudios antes de que la terapia esté disponible, indicó eldoctor Wayne Shreffler, coautor del estudio, a Reuters Health.
A diferencia de otras alergias, que desaparecen cuando losniños crecen o responden a "desafíos" supervisados paradesarrollar tolerancia, la alergia al maní es de por vida,publicó el equipo en Journal of Allergy and Clinical Immunology.
Y la gravedad de las reacciones van desde una erupción levehasta la muerte.
El equipo, del Hospital Universitario Charite, en Berlín, yel Centro Médico Mount Sinai, en Nueva York, quiso saber si unanueva terapia oral segura reduciría el consumo accidental de maníen niños alérgicos.
"Elegimos cuidadosamente a pacientes con baja probabilidad desufrir un agravamiento de la alergia", dijo Shreffler, delGeneral Hospital, en Boston.
En el estudio, el primero en su tipo, los pacientes comieronpequeñas cantidades de maní triturado para poder desarrollartolerancia a las proteínas del grano. La primera semana, los 23niños estuvieron internados para evitar una reacción fatal.
La aparición de la tolerancia demandó siete meses de dosis enaumento hasta 500 miligramos (mg), más de lo que se puede ingeriraccidentalmente. Tras alcanzar ese nivel, y poder consumirla adiario sin efectos adversos durante ocho semanas, los niñosdescansaron dos semanas para enfrentar un nuevo desafío.
Antes de eso, más de un tercio de los participantes (35 porciento) abandonaron el ensayo, lo que para los autores fue unacantidad "bastante más alta que en otros estudios".
Todos los niños tuvieron reacciones alérgicas (desde estómagorevuelto hasta sibilancias). Cuatro (17 por ciento) abandonaronpor una reacción alérgica grave, una cantidad superior a la deestudios previos.
Un paciente se fue durante la fase de hospitalización debidoa la ansiedad. A dos, incluido el más pequeño, se los separó delensayo porque no podían seguir las reglas.
Catorce niños finalizaron el estudio. En el desafío final,todos menos dos pudieron tolerar 1 gramo de maní, comparado con0,19 gramos al inicio del estudio. Eso hizo que los autoresconcluyeran que "algunos pacientes" podrían beneficiarse con esta"inmunoterapia oral".
La terapia aumentó los niveles de tolerancia "mucho más quecualquier otro cambio", dijo Shreffler, que también reclamóprecaución. La protección duró más de dos semanas, pero sedesconoce el motivo. "Hay signos de que el cambio seríapermanente, pero aún no lo probamos. Es sólo el primer paso",agregó.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EstadosUnidos (FDA por su sigla en inglés) no regula estas terapias yShreffler insta a desconfiar de quienes ofrezcan este nuevoenfoque experimental.
FUENTE: Journal of Allergy and Clinical Immunology, julio del2010.
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