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Los terrores cotidianos y el miedo centran "Cobardes", de Corbacho y Cruz

EFE

"Cobardes", segundo largo de José Corbacho y Juan Cruz, mantiene el foco en las historias cotidianas pero cambia radicalmente de registro, para abordar el acoso escolar y por ende el miedo y los terrores cotidianos de una sociedad donde "todos somos valientes y cobardes. Es cuestión de matices", dicen.

Este tándem de guionistas y directores que sorprendió con "Tapas" -ganadora de dos Goyas, entre ellos el de mejor director novel-, acaba de lograr el premio de la crítica en el último festival de Málaga con "Cobardes".

Fueron los productores quienes sugirieron que abordasen el tema del acoso escolar, como comentaron hoy Corbacho y Cruz, durante la presentación de la película, que se estrena el viernes.

Pero ellos fueron más lejos y así, cuenta Corbacho, "si en 'Tapas' todos los personajes tapaban una historia, en "Cobardes" todos son cobardes y valientes, pero fijamos el foco en sus momentos de debilidad, miedo y cobardía".

Ambos insisten en los puntos coincidentes de sus dos filmes: "Historias pequeñas, cotidianas, pegadas a la realidad, que hablan de incomunicación, y desesperanza". Pero en ésta segunda cinta los personajes responden al título de la película, como apunta Cruz: "Casi todo el mundo agacha la cabeza".

Ya sea ante el acoso que sufre un adolescente en el colegio, como en el caso del resto de los protagonistas, padres y madres que sienten en algún momento la presión de un superior, la amenaza, el miedo.

De esta forma, el objeto central de la trama, el joven que sufre indiscriminadamente la violencia psíquica de unos pandilleros y su líder, se ve amplificado en el conjunto de una sociedad donde todo el mundo tiene a alguien por encima para machacarle.

Lluis Homar, Elvira Mínguez, Paz Padilla y Antonio de la Torre encabezan el reparto de una película donde tanto Corbacho como Cruz tenían claro "evitar las salidas evidentes" para, en su lugar, optar por "lo sugerido".

"Una muerte es un golpe seco, pero resulta más demoledor e inquietante ese run run cotidiano que va creciendo a lo largo de la trama, donde no ocurre nada decisivo, pero donde todo puede estar a punto de pasar. Es un terror cotidiano, diferente- apunta Cruz-. Apostamos por esos matices porque no creemos en la vida en blanco y negro, sino cargada de grises".

Sorprende el final de "Cobardes". Y ambos son conscientes de ello: "Podría haber miles de formas de terminarla, pero éste nos pareció el más inquietante, descoloca al público. Además, -añade- resultó polémico; y eso es algo positivo, porque te llevas la peli a casa".

Tanto Corbacho como Cruz coinciden con el equipo artístico que asistió a la presentación, en que el acoso escolar no es algo que haya aumentando significativamente ahora, respecto a hace treinta años.

La diferencia está, dicen, "en el entorno, que se ha transformado con la irrupción de las nuevas tecnologías. Así se ha "naturalizado la violencia", apunta Cruz: "Desayunamos, comemos y cenamos con muertos.... El problema es ¿cómo filtrar esa violencia a un chaval?".

Y Corbacho recuerda el comentario de un psicólogo con el que charlaron durante la preparación del filme: "Un chiquillo recibe hoy el mismo volumen de información que el que recibió su abuelo en toda su vida. Entonces, el quid radica en filtrarla y asimilarla".

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