El Tesoro español regresa este martes al mercado de deuda por primera vez desde que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara el pasado 6 de septiembre su plan para comprar deuda pública de los países en apuros. Entre hoy y el jueves el Estado espera colocar 9.000 millones de euros en un nuevo escenario que puede permitir cerrar con éxito —es decir pagando menos intereses— las dos operaciones tras la decisión del BCE. Pero en el horizonte vuelven a aflorar negros nubarrones en forma de prima de riesgo: después de unos días estabilizada en el entorno de los 400 puntos básicos, en los dos últimos días se está acercando a los 440 como respuesta a la indecisión de Mariano Rajoy sobre qué hacer con el rescate. 

La subasta tiene gran interés: si el Tesoro consigue bajar los intereses que paga por su emisión ello quitaría, en opinión de algunos, presión al Gobierno sobre la petición de un rescate a Europa, y supondría —dicen esos mismos analistas— un respaldo a la postura española de no precipitarse en la petición de ayuda a Europa.  Pero la evolucuón de la prima en los dos últimos días parece indicar lo contrario. 

España necesita colocar 75.000 millones de aquí a final de año en 15 subastas. Tras el anuncio del BCE ha decidido pisar el acelerador. Tras una serie de subasta cortas, con poco dinero para colocar, el Tesoro ha decidido tomar carrerilla: este martes subasta letras letras a 12 y 18 meses, un papel que no emite desde el pasado 21 de agosto, con las que espera captar entre 3.500 y 4.500 millones de euros.

El jueves Tesoro celebrará otra subasta el próximo jueves, con una emisión de bonos con cupón del 3,75%, vencimiento el 31 de octubre de 2015 y depósito previo del 107%, así como obligaciones a 10 años con cupón del 5,85% vencimiento el 31 de enero de 2022 y depósito del 122%.

Pero estas subastas no llegan en el mejor momento: la prima está en el entorno de los 440 puntos básicos y la rentabilidad del bono español a diez años ha vuelto a superar la barrera del 6%. La expectación es grande, pero aún son mayores las incógnitas sobre cuándo pedirá el Gobierno español el rescate. Quizá por eso, el Ibex-35 ha arrancado la sesión en rojo: a las 09:40 horas cedía un 1,37% y amenazaba con perder la cota de los 8.000 puntos.