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Un testigo del Yak-42 dice que hubo 30 cuerpos sin identificar

Reuters

Uno de los testigos en el caso del Yakolev 42, en el que se juzgan las incorrectas identificaciones de algunos de los 62 militares fallecidos en un accidente de aviación en Turquía en 2003, afirmó el miércoles que se sabía al llegar a España que aún quedaban cuerpos sin identificar.

Preguntado por el magistrado que preside el tribunal, Javier Gómez Bermúdez, el comandante Alberto Ruiz de los Paños, miembro del servicio jurídico del Ejército, respondió: "Sabía que había una entrega de 32 y 30 sin identificar y seguían las identificaciones, por tanto, tenía que haber identificaciones pendientes".

"¿Pensaba que los llevaba a España identificados o pensaba simplemente que los evacuaban?", le preguntó el fiscal, a lo que respondió: "Pensaba que seguían sin identificar y que se evacuaban a España".

El principal encausado, el general de Sanidad Vicente Navarro, dijo ayer que desconocía qué pudo haber llevado a la incorrecta identificación de parte de los fallecidos, pero se refirió a los cambios de ubicación de los cadáveres y a las dificultades de comunicación con las autoridades turcos.

La Fiscalía pide cinco años de cárcel para Navarro y cuatro años y medio para sus subordinados, los otros dos procesados, el comandante médico José Ramírez y el capitán médico Miguel Sáez, por una presunta falsificación documental que llevó a que 30 de los 62 fallecidos fueran identificados de forma incorrecta.

PRISAS PARA EVACUAR

En la jornada del miércoles intervinieron cinco testigos. Dos de ellos, el teniente general José Antonio Beltrán y el capitán enfermero Antonio González, hablaron de prisas en el retorno de los cadáveres.

"Las únicas instrucciones que recibo del ministro (de Defensa de entonces, Federico Trillo) son las de encargarme de coordinar sobre todo el tema de aviones, sobrevuelos, coordinación con los médicos y todo el mundo, para cuanto antes traerme los cadáveres", dijo Beltrán, responsable de la coordinación de la delegación militar que viajó a Trebisonda.

Las prisas posteriores al accidente del avión, en el que además de un contingente español que volvía de Afganistán viajaban 13 tripulantes ucranianos, se debieron, según al capitán enfermero, a que las autoridades querían que los trabajos se aceleraran para que los cadáveres llegaran a tiempo al funeral de Estado en España.

"Fue esa misma noche (del accidente) cuando dijeron que había que darse prisa para salir, y acabar con el enferetrado para intentar llegar (..) porque iba a ser el funeral de Estado en Torrejón", dijo González ante el tribunal, presidido por el juez Javier Gómez Bermúdez.

El Ministerio Público, que pide también una multa y la inhabilitación temporal de los acusados, les reclama indemnizaciones de 25.000 euros para cada familia de los militares mal identificados, cantidad que habría de abonar el Estado como responsable civil subsidiario.

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